El sacerdote relata como "una mala jugada del destino" impidió una adopción al negarse la madre del bebé a entregarlo
Entre los documentos aportados a la querella figuran las cuatro cartas remitidas por el capellán Arturo Iglesias al matrimonio barcelonés, entre el 8 de julio y el 29 de diciembre del año 1972. En ellas se deducen las irregularidades en las que se sustenta la denuncia. Hay una en particular, con fecha de 8 de julio, en la que el sacerdote, en un lenguaje grotesco, se lamenta de que no les puede hacer entrega de un niño -al que se refiere con otros términos para eludir hablar de bebés- al negarse la madre a darlo. Les da el "pésame" por haberse escapado "el pajarito de la jaula del cariño", y les comenta la alta demanda de niños recién nacidos, a los que denomina "agua dulce".
La carta mecanografiada reza así: "Un saludo, queridos. Un "pésame" de corazón para Vdes., para mí, ya que el "pajarito" se nos ha escapado sin poder "meterlo" en la jaula del cariño que Vdes., queridos amigos, le tenían preparada. Una mala jugada del destino.
Ya había realizados varias gestiones en el Juzgado en Notaría y, al día siguiente, no aparece y viene a los tres días y dice: "No doy al niño".
Qué se va hacer! No les puedo decir cuando podrá aparecer algo. Llevamos una temporada muy mala, de escasez de "agua dulce". Doña Juanita piensa que no le quiero "remitir". Cierto que lo haría de buena gana, pero nada tenemos y cuando aparece algo, son miles de manos que nos arrebatan y nos ahogan con sus peticiones. Mi buena voluntad está clara para Vdes., buenos amigos, pero si no llega el "agua dulce" deseada, nada puedo hacer. Un saludo a Doña Juanita. Gracias.
A la "marquesita" preciosa, un besito. Saben Vdes., queridos amigos, lo que les estima su affmo.s.s. y buen amigo..." (Firma de Arturo Iglesias).
