Un mes después de tomar posesión como alcalde de Ourense, el socialista Agustín Fernández reestructuró ayer el gobierno municipal, en minoría desde que el BNG decidiera no reeditar el pacto de coalición que mantuvieron durante los últimos cinco años. Las áreas que gestionaban los nacionalistas, y que en este tiempo estuvieron en manos del propio Fernández, fueron distribuidas entre los concejales socialistas, aunque este nuevo reparto obligó a realizar otros cambios en algunas de las concejalías que antes de la ruptura del pacto estaban en manos del PSOE.
Así, las competencias que gestionaba la nacionalista Isabel Pérez quedarán divididas entre Ana Garrido, que asume Cultura (llevaba ya Educación), y Mónica Vázquez, que se sitúa al frente de Turismo. Para ello, la socialista deja Igualdade en manos de Marga Martín (concejala de Benestar Social) aunque sigue conservando Voluntariado. Las responsabilidades de Marta Arribas pasan ahora a Susana Bayo y María Devesa. La primera gestionará Medio Ambiente, que se une así a sus áreas de Limpieza y Transporte. La segunda se hace cargo de Xuventude, manteniendo además Participación Ciudadana y la dinamización social de los barrios.
Por último, las áreas que en este último año y medio ocupó Fernando Varela están ahora en manos de Alfonso Vilachá (Deportes, delegada hace ya un par de semanas) y Áurea Soto. Esta última une a Urbanismo la Rehabilitación Urbana, Vivienda y PERI pero, a cambio, deja la responsabilidad de Infraestructuras, que el alcalde pone en manos de Antonio Rodríguez Penín. Este concejal seguirá al frente de Bomberos, Protección Civil y Perímetro Rural, que pasa a formar parte del mismo área que Infraestructuras.
DOS MUJERES DIRIGEN LA POLICÍA
Pero el alcalde delegó en la concejala no electa, Carmen Rodríguez Dacosta, las competencias de Policía Local y Tráfico, que él mismo asumía hasta que se hizo cargo de la Alcaldía. Dacosta mantiene, además, la concejalía de Recursos Humanos.
Es la primera vez que una concejala se pone al frente del Cuerpo de agentes locales, justamente en un momento en el que el servicio lo dirige desde dentro una mujer, María Barrera, tras el cese del anterior responsable, Abelargo Ulloa, imputado en la Operación Pokemon.
A estas nuevas delegaciones se unen las realizadas en semanas anteriores por el nuevo regidor del Concello, en las que José Ángel Vázquez Barquero se convirtió en concejal de Economía, Hacienda, Empleo y Termalismo y José Carlos Martínez-Pedrayo unió la responsabilidad de Comercio a la de Servizos Xerais.
Por último, las áreas que en este último año y medio ocupó Fernando Varela están ahora en manos de Alfonso Vilachá (Deportes, delegada hace ya un par de semanas) y Áurea Soto. Esta última une a Urbanismo la Rehabilitación Urbana, Vivienda y PERI pero, a cambio, deja la responsabilidad de Infraestructuras, que el alcalde pone en manos de Antonio Rodríguez Penín. Este concejal seguirá al frente de Bomberos, Protección Civil y Perímetro Rural, que pasa a formar parte del mismo área que Infraestructuras.
DOS MUJERES DIRIGEN LA POLICÍA
Pero el alcalde delegó en la concejala no electa, Carmen Rodríguez Dacosta, las competencias de Policía Local y Tráfico, que él mismo asumía hasta que se hizo cargo de la Alcaldía. Dacosta mantiene, además, la concejalía de Recursos Humanos.
Es la primera vez que una concejala se pone al frente del Cuerpo de agentes locales, justamente en un momento en el que el servicio lo dirige desde dentro una mujer, María Barrera, tras el cese del anterior responsable, Abelargo Ulloa, imputado en la Operación Pokemon.
A estas nuevas delegaciones se unen las realizadas en semanas anteriores por el nuevo regidor del Concello, en las que José Ángel Vázquez Barquero se convirtió en concejal de Economía, Hacienda, Empleo y Termalismo y José Carlos Martínez-Pedrayo unió la responsabilidad de Comercio a la de Servizos Xerais.
