Noa Fernández Rodríguez, estudiante de 1º de Bachillerato del colegio Franciscanas de Ourense recibió este jueves, con motivo del Día de la Subdelegación del Gobierno en Ourense, el premio del certamen literario "Carta a un militar", por su texto "Operación Balmis: Objetivo salvar vidas". En el acto celebrado esta mañana recibió la condecoración y leyó ante los asistentes.
#premio
— FranciscanasOu (@franciscanasOU) May 27, 2021
A nosa alumna de 1 de Bch @franciscanasOU Noa Fernández Rodríguez gaña o primero premio do concurso "Carta a un militar español". Parabéns! pic.twitter.com/pxIdij79yD
La carta íntegra:
Querida Zulema;
Buenas noches o días o tardes, si algún día llegas a leer mi carta en algún lugar del planeta tierra. Me puedo imaginar que estás en una misión de alto secreto y ni siquiera sabes tu ubicación. Te escribo para agradecerte lo que has hecho por mí y por todos los habitantes de mi ciudad. Te veía cada día a través de mi ventana (era lo único que se podía hacer). Siempre pasabas a la misma hora junto dos soldados, los tres impecablemente uniformados.
Hace 7 meses más o menos el terrible "bicho" llamado covid-19 se apoderó del planeta tierra. De repente, nos dijeron que no podíamos salir de casa, que tuviéramos mucho cuidado, que limpiáramos todo con lejía y jabón.
Yo estaba muy asustada y preocupada, mi madre me explicó todo lo que estaba pasando. Muchas personas se estaban muriendo e infectando por culpa de ese maldito "bicho". En mi ciudad morían muchos abuelos, ancianos y no tan mayores. La gente se infectaba, algunos no llegaban al hospital y morían, todo era un caos. Había algunas personas que no podían caminar y estaban solas en su casa. No había quien les ayudara y les comprara comida, parecía el fin del mundo.
Entonces, llegasteis vosotros a ayudarnos, veía en las noticias todo lo que hacíais, ayudabais a nuestros mayores, los abuelos de mis amigos, les llevabais comida, les cortabais el pelo, los duchabais y lo mejor, desinfectabais las "residencias de ancianos" que por desgracia aquí en Ourense, concretamente en Celanova, estaba lleno de esos "bichos", pero gracias a vosotros pudieron salvarse. Un día, vi una fotografía tuya en el periódico local y te reconocí. Me alegró mucho ver tu cara sonriente.
Cuando te vía por la ventana, había veces que pasabas llorando, otras agotada y triste. No me extraña después de tanto trabajo y tan duro mentalmente.
Solo quiero decirte, que gracias, que te lo agradeceré toda la vida, sin vosotros no lo hubiéramos conseguido. Nuestros abuelos han sobrevivido, aunque muchos de ellos por desgracia, no. Yo he tenido mucha suerte por los míos y los de mis amigos sí. Ojalá pronto se acabe y volcamos a una nueva "normalidad" y pueda conocerte algún día para agradecerte todo en persona.
Con gran admiración, Noa.
