El fundador se instaló en la ciudad en 1984, procedente de Tarragona, para trabajar en la electrificación
La lámina que distribuye hoy La Región dentro de la colección Publicidad con Historia hace referencia a una saga familiar que remonta sus orígenes en la ciudad al siglo XIX y cuya actividad empresarial continúa fuertemente arraigada en Ourense. Se trata de la Casa Aragonés, que en 1961 publicaba un anuncio en el periódico sobre la venta de una motocicleta marca Rovena, "de 250 c.c., bicilíndrica, con la garantía de Sanglas" y por el precio de 25.900 euros. Esta era "una cifra enorme para aquellos primeros años de la década de los 60, cuando el sueldo medio de un trabajador solía estar en torno a las mil pesetas", señala Juan Aragonés, integrante de la tercera generación Aragonés que continúa su actividad empresarial en la ciudad.
El origen de la saga está en Mora de Ebre (Tarragona). De allí parte en 1894 Antonio Aragonés Launes para venirse a Ourense, llamado por Conde Valvís para trabajar en su fábrica de la luz y en la electrificación de Ourense. En 2013, Antonio Aragonés y Ricardo Alarcón solicitan una línea de transporte desde un aprovechamiento eléctrico Lonia y se establecen por su cuenta en un local que estaba en la esquina de la actual calle Alejandro Outeiriño y Progreso.
Sin embargo, Antonio Aragonés se irá a trabajar como responsable de una factoría eléctrica a Pola de Somiedo, en Asturias. Regresará a Ourense en 1934 y se establecerá en el número 68 de la calle General Franco, unos números más abajo del local que ocupa actualmente el establecimiento de electrodoméstos Aragonés. Comercializa material eléctrico y bobinados.
Taller en la Calle Concejo
Tras finalizar la Guerra Civil, a Antonio Aragonés ya le acompañan en el negocio sus hijos Antonio y Luis y abren un taller de electromecánica en la calle Concejo. En esos años, según recuerda Juan Aragonés, comienzan a comercializar las motos.
En el año 1945 Luis Aragonés se pone en contacto con la firma Renault, con la finalidad de hacerse con la concesión de la marca automovilística y comercializar sus vehículos en Ourense. En ese año nacerán las dos ramas de comercialización que aún continúa gestionando la familia: la automoción por un lado y la electricidad, por otro.
En 1949 fallece el patriarca de la familia, Luis se consolida en el sector de la automoción, con la marca Renault como estandarte, y Antonio en el de la electricidad, con Edesa como marca de referencia.
Juan Aragonés recuerda que en 1961 comenzaron a llegar y a comercializarse los primeros coches. En 1962 el concesionario automovilístico se ubica en O Pino y en 1977 abrirá las instalaciones de Quintela, mientras que la tienda de electricidad se traslada a la ubicación actual de la rúa do Progreso, en 1967.
En la actualidad se encuentran al frente de las empresas los componentes de la tercera generación de la familia Aragonés. Por un lado, Luis y Gerardo Aragonés Martínez, gestionando el área de la automoción, mientras que Antonio y Juan Aragonés Herrero gestionan el ámbito de los electrodomésticos. Al tiempo, la cuarta generación, que conforman, por un lado, Luis, Carmen y Mar y por el otro, Helena, ya se está preparando para asumir las riendas de los negocios y ya participan en diversas tareas de la gestión.
Juan Aragonés considera que la situación económica que vivimos "es muy dura y no se nota mejoría alguna". Está convencido de que "mientras el paro no baje no se notará la recuperación" y asegura categóricamente que en estos momentos su primer reto y prioridad "es continuar".
