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Casi cincuenta parroquias ourensanas, en el punto de mira por los incendios

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photo_camera Personal de extinción de incendios trabajo en un fuego de Vilamarín (ÓSCAR PINAL).

El plan de prevención y extinción para este año incluye hasta 1.666 efectivos para apagar los fuegos en época de alto riesgo

La provincia de Ourense seguirá un año más acaparando la lista de parroquias de alto riesgo  de incendio (PAAI), ya que un 68% de  todas las que hay en Galicia está situadas en territorio ourensano. Así lo pone de manifiesto el nuevo Plan de prevención y defensa contra los incendios forestales de Galicia (Pladiga 2019), aprobado el pasado jueves por el Consello da Xunta. 

Un total de 48 parroquias –cuatro menos que el año pasado pero una más que en 2017– están encuadradas en la clasificación PAAI (parroquias de alta actividad incendiaria), repartidas en 25 concellos, tres menos que en 2018.Suponen un 68% de todas las de alta actividad incendiaria, igual que el año pasado.

 El Pladiga mantiene el dispositivo de 12 torres de vigilancia y ocho bases aéreas para la temporada incendiaria. En cuanto a las Zonas de Alto Riesgo (ZAR), casi un tercio de los municipio (62 de 92) están incluidos en esta definición, en las que se llevarán a cabo "accións máis intensas de vixilancia, disuasión e investigación que no resto do territorio", con restricciones en época de riesgo alto que van desde la identificación de los vecinos para acceder a los caminos forestales, hasta la prohibición total de acceso, en época de riesgo extremo.

 El Pladiga establece que sumando los medios del Estado, de las comarcas y de los concellos; la provincia de Ourense disfrutará de  1.666 efectivos cuando haya riesgo alto; 819, en caso de riesgo medio; y 622 en riesgo bajo. En riesgo alto, se repite prácticamente el despliegue de la temporada de 2018, incluyendo 182 medios de actuación y 103 medios materiales. 

Esto supone una importante diferencia respecto a las otras provincias. Ourense tendrá el 28,5% de todo el personal destinado a incendios, con 1.666 sobre los 5.829 que habrá en temporada de riesgo alto de fuego en las cuatro provincias. Pontevedra contará con 1.279 efectivos; Lugo,1.412 y A Coruña, 1.472. 


Más cámaras y formación


Debido al éxito de la instalación de cámaras de vigilancia en la última campaña antiincendios, el estudio preliminar que incluye el Pladiga aconseja la instalación de otros siete centros de videovigilancia de en las zonas forestales ourensanas, para aumentar la cobertura. 

Por otra parte, en prevención, un total de 3.354 alumnos se formaron en las charlas impartidas por el personal de los cinco distritos forestales, más que en 2018. 


Más vigilancia, control de ayudas y limitación de pastoreo


En las Parroquias de Alta Actividad Incendiaria se hará un seguimiento exhaustivo de

cualquier actividad y se intensificarán las actuaciones de vigilancia y disuasión.  Además, habrá un control exhaustivo de las ayudas públicas concedidas y no se expedirán autorizaciones extraordinarias para la práctica del pastoreo en los terrenos quemados. 

Se caen del listado de PAAI, las parroquias de Xurenzás (Boborás), Sobradelo (Carballeda de Valdeorras), Vences (Monterrei), y A Fraga (Lobeira), y se mantienen el resto. 

Así, A Gudiña, con seis parroquias de alta actividad incendiaria, sigue siendo la más nombrada en esta lista; seguida de A Mezquita (con cuatro), y Lobios, Oímbra, Vilariño de Conso y Manzaneda (tres).

12 de las 48 parroquias incluidas en el listado de alta actividad incendiaria no lo hacen por el criterio habitual número de incendios en los últimos cinco años, sino por la virulencia de las llamas, es decir, por la concurrencia de incendios de más de 200 hectáreas, dos o más durante los últimos 10 años. 

En este listado se encuentran Castro de Escuadro (Maceda), Vilamarín, Queixa y Requeixo (Chandrexa de Queixa), A Ponte (A Veiga), A Xironda (Cualedro), Camba (Laza), Bousés (Oímbra), Tabazoa de Umoso (Viana do Bolo), San Paio de Araúxo (Lobios), y Prado de Limia y Requiás (Muíños).

El resto de parroquias ourensanas incluidas son aquellas que tuvieron una media anual de siete  incendios o más en los últimos cinco años. 


Dos millares de efectivos, drones, cámaras, restricciones y control exhaustivo


Casi 2.000 efectivos antiincendios en la provincia. Personal y medios autonómicos, estatales y de los municipios. 

Uso de drones. Proyecto piloto para la vigilancia y la detección de actividad incendiaria, gestión de biomasa, investigación y apoyo en la extinción de los incendios. 

Más cámaras. Debido al éxito de 2018, se incrementarán en siete los centros con cámaras en la provincia, permitiendo que la práctica totalidad de zonas con alto riesgo puedan estar controladas. 

Zonas de Alto Riesgo. En riesgo muy alto o extremo, no estará permitido acceder a estas áreas, así como caminos rurales o vías que los atraviesan; en riesgo alto, no se permitirá trabajar con maquinaria ni circular con vehículos motorizados; en riesgo moderado, las personas que atraviesen estas zonas podrán ser identificadas. Estas restricciones irán acordes al Índice de Risco Diario de Incendios (IRDI) que publica la Consellería de Medio Rural. 

Parroquias de Alta Actividad Incendiaria. Se realizará un control exhaustivo de cualquier actividad incluida en el territorio y se intensificarán las actuaciones de vigilancia y disuasión. Habrá control exhaustivo de las ayudas concedidas y no se concederán autorizaciones extraordinarias para la práctica del pastoreo en terrenos quemados. 

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