La pasada semana el Obispado de Ourense oficializó el aplazamiento de actos sacramentales hasta que las autoridades sanitarias lo permitan. Esto provoca que numerosos niños ourensanos, que esperaban poder celebrar su primera comunión, tengan que esperar a que la situación se normalice. "Nos tenemos que adaptar a las circunstancias, hasta que no nos confirmen que no suponga un riesgo celebrarlas, no las habrá", señala Francisco Pernas, vicario de Pastoral en la Diócesis de Ourense.
Aunque las comuniones no se vayan a celebrar, por el momento, animan a que los niños sigan con la catequesis desde sus hogares. "En cuanto lo permitan, reajustaremos el calendario y hablaremos con los padres para ver cómo podemos tenerlas", señala Pernas, que también es copárroco en Santiago de As Caldas. Este parón no impide que algunos aúnen recursos para que los niños continúen con la catequesis. "Estamos en contacto con los catequistas y con los padres, por llamadas y por Whatsapp para ofrecerles información", explica César González, párroco en Fátima.
Las dificultades obligan a buscar nuevos caminos, por lo que les envían contenidos de la web de Catequesis Galicia, pero también de vídeos de YouTube. "Les pasamos los enlaces de la cuenta de Catequizis para que ellos trabajen", indica González. Y no es el único en usarlos, Yerai Fariñas también se los envía a los niños de catequesis de su parroquia de A Derrasa y Esgos: "Párrocos de otras diócesis me enseñaron el trabajo de Juan Manuel Cotelo y decidí compartirlo con ellos", indica.
Fariñas emplea Whatsapp como herramienta para comunicarse con los padres y, de ese modo, que los niños "se mantengan en vida cristiana" durante este periodo. Viñetas para colorear, diferentes temarios de la catequesis e incluso películas de dibujos animados sobre Jesús, forman parte de los contenidos: "Mientras no celebran la comunión, es una manera para que estén al día y repasen lo aprendido". señala Fariñas. El objetivo lo tienen claro y, para lograrlo necesitan la implicación de los progenitores: "Los catequistas se comunican con los padres, para que ellos sean los que enseñen a sus propios hijos", comenta González. En su parroquia, por el momento, se posponen 60 comuniones y las dudas surgen: "Los padres llaman para saber si las que son más adelante se celebrarán, pero todo está en el aire". Lo mismo le sucede a Fariñas, que nada les puede confirmar.
Catequistas al otro lado del teléfono
El primer jueves que no hubo catequesis en Fátima, Anunciación González, conocida como "Nuchi", contactó con a sus "sorprendidos" alumnos. "Les llamo el día que nos tocaría tener la clase. Les pregunto que tal están y les propongo una oración para rezar todos juntos", explica. A sus 75 años, lleva décadas de experiencia sobre sus espaldas con la formación de jóvenes, por eso en estos momentos quiere seguir para ellos: "Hablamos de catequesis y reflexionamos sobre ella. Es una manera de mantener el contacto con todos ellos", destaca. La charla también les sirve para repasar los contenidos que aprendieron y no olvidarse de nada pese al confinamiento. "Esto es como un recordatorio de que a la misma hora vamos a rezar todos juntos, al igual que hacíamos antes en clase", cuenta. Una de las preguntas que se repite en cada llamada es si extrañan su rutinas o acudir a catequesis. "Esto no se acaba, hay que seguir de la manera que se puede", afirma. Pese a las dificultades, los padres se muestran "agradecidos" por el contacto.
