Los “cazatalentos” ourensanos buscan a la desesperada cocineros formados

Se buscan trabajadores de la hostelería en general. Urge. Los chefs escasean en Ourense y este perfil se ha convertido en el más buscado de los últimos tiempos. Los hosteleros ya han renunciado en la mayoría de casos a la búsqueda activa, ante la escasez algunos se están viendo obligados a echar el cierre y otros reducen horarios para poder cumplir los turnos con el personal que tienen. Los reclutadores de trabajadores de la provincia alertan de la fuga masiva de trabajadores tradicionales del sector hostelero a otros nichos, especialmente a raíz de la pandemia, tales como logística o fábricas. El “cambio de mentalidad” en una generación que busca mayor conciliación unida a la “fuga” a otros sectores tras la pandemia son algunas de las causas. Muchos hosteleros han cambiado la forma de trabajar: “No tiene nada que ver con antes. Se trabaja a turnos, se respetan claramente los descansos, incluso paga por encima del convenio. Muchos han cambiado, pero es cierto que el sector se creó una mala fama”, señala Sofía Liste, directora de Nortempo Ourense. Los cazatalentos ourensanos buscan cualquier nuevo aterrizaje en la provincia que pueda cubrir este vacío generalizado. La mayor parte de hosteleros, impotente, renuncia a la búsqueda activa: “A día de hoy, el único perfil que no soy capaz de asegurar a mis clientes en la provincia es el de cocinero. Muchos clientes ya renuncian a buscar y lo que sí nos dicen es que si encontramos en algún momento alguno que les informemos”, confiesa Liste. Rastrean el mercado laboral, en busca de bajas en alguna cocina o la llegada de gente de otras latitudes con la titulación para poder dar traslado de algún perfil válido. “Los grandes profesionales con experiencia están cogidos todos en Ourense, y los que están buscando, generalmente para refuerzos en comidas y cenas, ya no piden casi experiencia y optan por formar ellos mismos”. La agencia de colocación de Fundación Amigos de Galicia en Ourense detecta la misma tendencia. “Desde hace cuatro meses no consigo gente para la bolsa de empleo de hostelería. Cocineros es imposible. Con la pandemia, ese perfil de gente hizo trasvase a sectores como la logística. Se tuvieron que buscar la vida y descubrieron otro tipo de trabajo”, apunta Raquel Vila, orientadora laboral. “La dificultad para encontrar trabajadores es una queja frecuente entre las empresas de la hostelería últimamente”, recalca. Ese mismo trasvase detectan en Nortempo. Los jóvenes que antes optaban por entrar en el mercado laboral en hostelería ahora se decantan por “trabajos de almacén, producción en fábricas o monitores”. Pablo Otero, de Antiga Leitería, confirma que “estamos teniendo muchos problemas, en mi caso especialmente en los camareros, y todo el sector está así, algunos también ajustan horarios al haber un personal justo. La gente solo ve la hostelería como algo de paso, es la realidad”, lamenta. Algunos bajan la persiana, incluso a negocios históricos, como Carmen Conde, en La Mejicana. “No me puedo quedar sola, llevamos desde la pandemia buscando gente cualificada y no aparece. Ni siquiera venía gente a las entrevistas”. “Ya se paga 2.000 o 3.000 euros encima del convenio” Sofía Liste, de Nortempo, encuentra varias razones. Por un lado, las condiciones salariales y laborales. “La hostelería es un sector denostado desde hace años, el convenio en Ourense es muy ajustado (14.300 euros brutos anuales en las categoría más baja, 16.000 euros camareros y 18.000 euros en cocina ) pero muchos ya están pagando 2.000 o 3.000 euros por encima para tener más fácil acceder a personal”. Aunque el convenio subió un 5,5% recientemente en la provincia, las alzas del salario mínimo lo han dejado, en el caso de camareros de piso o ayudantes de concina, apenas 300 euros anuales por encima. Pero no solo el dinero está detrás. “Hay un cambio de mentalidad, es muy difícil encontrar gente que quiera trabajar fines de semana o festivos y se prioriza la conciliación y el tiempo libre”. Raquel Vila, de Amigos de Galicia, señala que la gente busca ahora “otra calidad de vida” y recuerda que la hostelería con los años “se ha generado una mala fama y genera rechazo en gente que ha estado ahí toda la vida y ahora ha encontrado otros sectores. Tiene que volver a ganarse la confianza”. Otro de los problemas que detecta es que ante la escasez de cocineros “hay ayudantes de cocina a los que contratan y los ponen a elaborar menús e acaban frustrando al no poder sacarlo adelante”. Pesa la variable ayudas-empleo de pocas horas Los reclutadores perciben que hay perfiles de población que ahora sopesan mucho las ofertas. En Amigos de Galicia, ven un “cambio de prioridades” entre los antiguos usuarios. “Da la impresión de que hay gente más cubierta, lo valoran mucho”. ¿Está desincentivando el ingreso mínimo? “La gente tiene una vida detrás y sopesa más lo que hace. Cuando le ofreces algo piensan cómo van a llegar a final de mes y si tienen Ingreso Mínimo valoran si es o no compatible la oferta. Tenemos algún trabajador con ciertos subsidios y que nos ha dicho claramente que no vuelven a trabajar , pero de ahí a ligarlo a la escasez…”, relata Liste. Escasez de personal para la vendimia y dificultades en el sector sociosanitario La hostelería se lleva la palma en escasez de personal, pero la falta de demandantes se extiende a otros sectores hasta ahora nunca vistos. La vendimia ve como escasean peones. “Ahora hay que buscar mucho y hacer muchas llamadas”, explica Sofía Liste. “A nosotros se nos redujeron un tercio las solicitudes de gente para la vendimia respecto a otros años. Hay mucha más oferta que demanda”, señala Raquel Vila, que apunta a que la subida del combustible o la falta de transporte desincentiva a muchos. Otros sectores en los que se están encontrando problemas en el sociosanitario, especialmente relacionado con atención a personas mayores. “Hay poca gente con certificado de profesionalidad, el que lo tiene trabaja. Otros tienen problema de vehículo para ir a trabajar a residencias”, señala Vila. Ese mismo sector lo cita Liste, que resalta que “tenemos algún cliente que es el primer año que tiene problemas de personal en el sector sociosanitario”. En Nortempo, apuntan también al cada vez más acuciante de encontrar perfil para oficios como carpintero, soldadores, chapistas… “Antes con 30 llamadas encontrábamos el perfil, ahora hacen falta 200”, explica Liste. En todo caso, insiste en que la hostelería y, especialmente cocineros, es el único que resulta casi imposible.