Además de ofrecer su posicionamiento con respecto a la planificación de las líneas ferroviarias de mercancías, la CEO justificó ayer su insistencia con respecto a este asunto frente a las voces que cuestionan la defensa que esta entidad hace sobre el soterramiento. Con este objetivo el comunicado que se reproduce íntegro a continuación:
En el convencimiento de que el diseño de una actuación tan trascendental para Ourense, como es la llegada del AVE, debe implicarnos a todos -sin exclusiones ni prejuicios deformantes- y de que las propuestas deben ser analizadas y debatidas, la CEO asume como un deber cívico su derecho hacer hincapié en el posicionamiento firme, no solo sobre el soterramiento de las vías, también sobre la que considera mejor opción para el transporte de mercancías. Todas las sensibilidades caben y deben ser escuchadas, porque ni se puede avanzar cuando los planteamientos se declaran unilateralmente inamovibles, ni parece serio ocupar con descalificaciones el espacio que debiera reservarse a los argumentos y las explicaciones razonadas.
A la espera de que los interlocutores competentes -y solo ellos- aclaren las razones que impiden el soterramiento de las vías, y de que se abandone la coartada de las prisas y la desconfianza como únicas respuestas inteligibles a nuestras propuestas, la CEO seguirá trabajando en mejorar el proyecto para la llegada del AVE desde todas sus vertientes, por encima de las injustas y estériles respuestas recibidas desde sectores muy concretos. Totalmente ajena a la incomprensión y a las descalificaciones fáciles, la CEO, y el reconocido y generoso grupo de profesionales en los que se apoya, seguirá actuando en este asunto con el convencimiento de que su contribución es necesaria, y de que su responsabilidad, su obligación y sus aportaciones son indelegables y sirven solo al interés de todos los ciudadanos, al espacio en que vivimos todos y a su futuro. A ningún otro, y con total autonomía. Y así será hasta que las razones técnicas de quienes disienten, el sentir colectivo o el pálpito ciudadano aconsejen otra cosa.
