Jóvenes universitarios ejercen como anfitriones y cicerones de invitados y público durante el Festival

Chicos para todo, detrás de los focos

Parte de los estudiantes universitarios ourensanos que trabajan como voluntarios en el Festival de Cine.
’Son nuestra mejor carta de presentación’, reconoce la organización del Festival de Cine. Un grupo de 15 voluntarios, procedentes de las facultades de Económicas e Historia asesoran a lo largo de estos días al público sobre lo que pueden encontrarse en cada sala, sobre en qué consiste cada película y cómo votar para otorgar el premio del público. Además, ejercen como ’cicerones’ de los participantes, orientándoles sobre dónde ir a comer, o qué hacer en su tiempo libre en la ciudad de As Burgas.
Son los otros protagonistas. Sus nombres no se escriben con neón (aunque en esto coinciden con la mayoría de los directores que acuden a este certamen). Los jóvenes ourensanos se han vuelto a sumar al Festival como ’colaboradores indispensables’, según la organización. Este año son 15 estudiantes de las facultades de Historia y Empresariales y dos jóvenes disminuidos psíquicos, los que ofrecen su trabajo voluntario ’de sol a sol’ y de forma totalmente gratuita.

Los voluntarios universitarios, nueve chicas y seis chicos, se pasan el día repartidos en la Oficina del Festival, el Centro Cultural de la Diputación y las salas de los cines Duplex y Cinebox en las que hay proyecciones.

Carta de presentación

’Son nuestra carta de presentación y la de las películas al público ourensano’, señalan desde la Oficina del Festival. De hecho, los voluntarios que trabajan en las salas presentan al director, si está presente, y explican a las personas de la sala cómo votar para puntuar las películas a competición, valoraciones que el sábado supondrán el galardón del público.

Comienzan la jornada a las diez de la mañana y no paran hasta las ocho de la tarde. Los que mejor se manejan en inglés ayudan a los directores y productores invitados como traductores y recomendándoles lugares que visitar y dónde comer.

Pero además de la primera línea de fuego, son fundamentales en labores del día a día. En las ruedas de prensa y encuentros con el público, en el Centro Cultural de la Diputación, se encargan de detalles como sonido, asientos o colocar la cartelería. En la oficina del festival, venden bonos e informan sobre las películas, dónde se pueden ver, precios y horarios. Confirman que, en general la gente va en busca de informa ción ’porque no saben lo que se van a encontrar en las salas de proyección’.

Todos coinciden en resaltar que este voluntariado ’se trata de una experiencia única’ en la que pueden ’tratar de tú a tú’ a los directores y productores, al tiempo que comprenden que ’el cine no es sólo lo que se ve en la pantalla’.

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