Los profesionales de Sanidad valoran que en los colegios enseñen a los niños a hacer maniobras de reanimación
En Ourense, el pasado año, cerca de 1.000 personas fueron ingresadas por parada cardiorespiratoria. Pilar Garzón Guiteria, médico de Urgencias y coordinadora del grupo de Reanimación Cardiopulmonar del Complexo Hospitalario Universitario de Ourense, donde se forma e informa sobre el tema a través de la Escuela de familiares, aula RCP, considera que esta cifra se podría reducir sensiblemente si la población estuviera formada y los desfibriladores estuvieran más extendidos".
"Nosotros formamos en RCP a los familiares con pacientes en la UCI que han sufrido una parada cardiorrespiratoria", apunta Pilar Garzón. Con la experiencia como referente, incide en que "es fundamental que la población aprenda a efectuar una maniobra de reanimación" porque, en estos casos "el tiempo es clave" para las personas que sufren una parada cardiorrespiratoria.
La coordinadora del equipo de RCP destaca la importancia de "que los desfibriladores estén presentes en todos los espacios públicos, que se extiendan lo máximo posible" como ya se está haciendo en otras comunidades autónomas. Junto con una implantación decidida de los desfibriladores , Pilar Garzón ahonda en la necesidad de "formar a la población para que todos sepamos qué hacer en caso de que la persona que está a nuestro lado sufra una parada cardiorrespiratoria".
Esta profesional valora "fundamental" hacer formación conjunta de uso del desfibrilador y maniobras de reanimación básica. Destaca que "es necesario llegar a toda la ciudadanía", y por ello valora fundamental "el trabajo que se desarrolla en los centros de salud y en los colegios "porque los niños que aprenden hoy a efectuar las maniobras de reanimación serán adultos que salvarán vidas". Solamente con repetir la actividad dos veces al año "se conseguirá que cuando crezca lo hagan de forma espontánea".
