Varios representantes de la asociación de vecinos O Cimborrio se reunieron esta semana con el inspector principal y otros mandos de la Policía Local para denunciar una “desafortunada actitud del policía encargado de la centralita telefónica”. Sobre esta situación, puntualizan que “ya se han tomado medidas. El nuevo talante lo confirman quienes tuvieron necesidad de llamar al 092 recientemente”.
Aprovechando la reunión, los residentes del Casco Vello norte trataron otros temas relacionados como los ruidos, el consumo de alcohol en la calle y las mediciones acústicas. “Aunque la responsabilidad última es el del técnico municipal de ruidos, la Policía sí reconoce poder hacer estas mediciones en las viviendas, ya que cuenta con medios técnicos y humanos para ello”, explicaron a este periódico.
Durante el encuentro de esta semana, los mandos de este cuerpo aseguraron a los afectados que ya están intensificando el control. De esta forma, los locales tendrán que ejercer con las puertas y ventanas cerradas para minimizar el ruido procedente de los locales.
Además, O Cimborrio apunta que “el consumo de alcohol en la calle es una de las grandes fuentes de ruido”. Por tanto, “les expusimos que no entendíamos por qué se persigue el botellón en algunas plazas y, sin embargo, se permite en todo el casco histórico”, relatan. La Policía Local asegura que está trabajando también en este problema y ya se están tramitando propuestas de sanción a través de la Subdelegación del Gobierno, con importes de hasta 600 euros.
