La escasez de personal en la Concejalía de Urbanismo complica la tramitación de los expedientes
El Concello de Ourense abrió el pasado año un total de ocho expedientes por inmuebles en estado de ruina en distintos puntos de la ciudad, según un informe que entregó el concejal de Urbanismo, José Cudeiro, a los grupos de la oposición durante la junta de área semanal en la que abordan la actualidad municipal del departamento.
Tres de los ocho edificios que no reúnen las condiciones necesarias para garantizar la seguridad se encuentran en el corazón de la ciudad, en el Casco Vello, una de las zonas donde es frecuente encontrar inmuebles en un pésimo estado. Concretamente, se sitúan en la plaza de la Trinidad y en las calles San Francisco y Juan de Austria, según el listado que maneja Urbanismo. Los restantes se reparten por las zonas de A Rabaza (Santomé), Ceboliño (Travesía Fondo), O Polvorín (Laxas) y el barrio de A Ponte (Moretón).
Aunque los componentes de la junta de área le reclamaron a Cudeiro más información sobre esta situación, el edil les trasladó que la tramitación de este tipo de expedientes no resulta sencilla para su departamento, escudándose en los problemas de personal a los que tiene que hacer frente, que complica la labor de seguimiento de estos asuntos. Estima que la media de casos es similar todos los años.
Según la normativa, se declaran en ruina aquellas construcciones en las que el coste de las obras necesarias exceda de la mitad de lo que conllevaría levantarla de nuevo, cuando el edificio presente un agotamiento de sus elementos estructurales o cuando las obras que se deban acometer no estén amparadas por el planeamiento urbanístico.
El procedimiento que se lleva a cabo para solventar estas situaciones pasa por contactar, con los propietarios de los inmuebles, abriéndose un período de alegaciones. En caso de que eso no sea posible, el Concello podría actuar de oficio.
Incumplimiento
Los problemas de personal también se hacen notar en la labor de fiscalización de aquellos inmuebles que, según dicta la ordenanza vigente, deben someterse a la Inspección Técnica de Edificios (ITE). Según los datos del Concello, más de la mitad de viviendas que el año pasado debían someterse a la revisión, similar a las ITV de los vehículos, no habían cumplimentado el trámite. Concretamente, fueron 1.708, de los 3.501 que tenían de plazo el pasado año, los que hicieron los deberes.
Esta situación ha puesto en alerta a colectivos profesionales como los arquitectos, que señalan que "es más importante de lo que pueda parecer, porque está en juego la seguridad de las personas", por lo que instan al Concello a ser más estrictos en este campo.
