La ciudad extiende su agonía comercial: más locales vacíos

Los locales comerciales vacíos empiezan a llenarse en todas las ciudades gallegas, salvo en Ourense, ciudad sumida en una profunda crisis que no tiene visos de solucionarse a corto plazo, ya que pese a ser la tercera ciudad en habitantes es, en número absolutos y cada vez con más diferencia, la que más locales tiene vacíos. Mientras, la Xunta abre la puerta a reconvertir los locales comerciales en viviendas o garajes, precisamente una propuesta que piden encarecidamente los constructores ourensanos. La Federación Galega de Empresas Inmobiliarias (Fegein) dio ayer la voz de alarma en su informe, en el que compara los que estaban en el circuito de comercialización por arrendamiento en todas las urbes gallegas a principios de año y los que están ahora. Salvo Ourense, todas las ciudades mejoran. En A Coruña, pasan de 900 a 775 locales en alquiler; en Vigo caen de 1.075 a 975; en Santiago descienden de 440 a 325; Ferrol reduce la oferta de 265 a 240 bajos; Pontevedra cae de 270 a 200, y Lugo consigue reducir el volumen de 240 a 200 locales en alquiler. Ourense se posiciona como rara avis y mantiene la tendencia a aumentar los bajos vacíos. Son ya, según los cálculos de Fegein, 1.350, frente a los 1.300 de principios de año. Fegein recopila todas las ofertas que hay en el mercado, pero una búsqueda de este periódico en los tres principales portales inmobiliarios confirman esta terrible tendencia y corroboran que Ourense es la ciudad con más locales vacíos. En Fotocasa hay 1.030 bajos ofertados, en Idealista 983 y en Pisos.com 379. En los tres portales, es la ciudad gallega que lidera el número de bajos en alquiler. Soluciones en estudio Convertir los bajos en viviendas en una de las posibles alternativas para solucionar esta tendencia, pese a que la normativa no lo facilita, ya que exigen ciertas condiciones de habitabilidad respeto a las condicionas de ventilación e iluminación, entre otras. En todo caso, la Administración autonómica ya se ha abierto a cambiar estas normas y facilitar el cambio de uso de estos espacios, si bien está en estudio en encaje jurídico. En cualquier caso, debería ser el Concello de Ourense el que establezca zonas específicas donde, mediante la aprobación de un anexo de habitabilidad, se exima del cumplimiento de las determinaciones relativas a la protección de vistas desde las calles, plazas y espacios públicos par poder ponerlo en marcha. También los constructores apuestan por esta estrategia. La Asociación de Constructores Ourensanos (ACO) considera que mientras no haya Plan de Urbanismo que permita florecer obra nueva, una de las alternativas es convertir los bajos que no están siendo explotados en viviendas o garajes. El Concello se comprometió con los constructores a estudiar el posible cambio de la ordenanza que establece una superficie mínima de 100 metros cuadrados de los garajes para facilitar el cambio de uso. Constructores y Xunta valoran que sean pisos y Fegein pide bajar precios Mientras la Xunta valora la reconversión de bajos en viviendas y los constructores lo piden, el inmobiliario Benito Iglesias, presidente de Fegein, anima a los propietarios a reducir precios, al tiempo que recuerda que Ourense no es solo la única ciudad en la que aumentan los bajos vacíos en alquiler, sino que la provincia también es la única con esa tendencia, pasando de 2.100 a 2.200 en lo que va de año. Aunque tanto en ciudad y provincia “disminuye el precio de los mismos” en la primera mitad del año, ligeramente, una tendencia que solo comparte con Ferrol, ante tal abundancia de oferta Iglesias pide más. Invita a los propietarios a abaratar precios, ya que muchos prefieren “costear durante años IBI y comunidad antes de bajar unos euros”. En la Galicia urbana, hay tres ciudades (Vigo, A Coruña y Santiago) que se desarrollan de forma positiva, una segunda línea de desarrollo en Ferrol, Lugo y Pontevedra, y Ourense se queda “estancada y en declive económico y demográfico”. Iglesias recuerda que el cierre masivo de entidades bancarias es uno de los causantes de este vaciado, junto a una crisis que hace que “un amplio porcentaje de autónomos no sean capaces de asumir el precio de los alquileres”.