La ciudad llora el fin del Entroido con una quema en la Praza Maior

Llantos en el Enterro da Sardiña. (Foto: Xesús Fariñas)
El tradicional Enterro da Sardiña fue ayer el preludio que escenificó un año más el fin del Entroido en la ciudad. La Praza Maior de Ourense acogió a las 20.30 horas un multitudinario cortejo fúnebre, amenizado por la música de las charangas Os Centellas y Trópico de Grelos, en el que decenas de comparsas y carrozas recorrieron las principales calles del centro acompañando a la sardina hasta la Praza Maior, lugar desde el que también partió la comitiva y que sirvió de improvisado velatorio.
La escenificación de su entierro, puso fin a las ocho jornadas de Entroido programadas por la Concellería de Cultura en las que pudieron verse algunos de los disfraces más originales y coloridos de los últimos años.
Fueron muchos los que durante la tarde de ayer decidieron despedirse por todo lo alto, con sus mejores vestimentas, de un Entroido cargado de fiesta. Con resignación y, sobre todo, todavía con ganas de 'troula', mayores y niños mostraron ayer su pena en un entierro que simboliza el adiós a las fiestas del carnaval hasta el año que viene, aunque muchos tengan, aún presente, el espíritu carnavalesco.

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