Los usuarios del transporte público en la ciudad de Ourense serán de los pocos en España que no puedan beneficiarse durante cuatro meses de una rebaja de al menos un 30% en el precio de los bonos, después de que el alcalde, Gonzalo Pérez Jácome, descartarse optar a la subvención habilitada por el Gobierno central para aplicar esta medida excusándose en la burocracia y asegurando que “podría ser contraproducente”. Todo ello cuando apenas unos días antes de anunciar que no haría nada en este tema decía que el Concello ya había hecho los deberes para optar a la ayuda estatal.
Sobre esta posibilidad abierta por el Ejecutivo central para fomentar el transporte público en un contexto de precios elevados del carburante, parecen no pensar lo mismo que Jácome decenas de sus homólogos en toda España. Un día después de que venciese el plazo para optar a la subvención, el Ministerio de Transportes anunciaba que todas las Comunidades Autónomas y 178 entidades locales han decidido que sus vecinos puedan ver como las tarifas del transporte público se reducen al menos un 30%, ya que muchos gobiernos ya han anunciado que aumentarán las bonificaciones hasta un 50%.
“El Ministerio ha recibido solicitud de la mayoría de entidades locales que podían beneficiarse, lo que demuestra el éxito de la implantación de la medida”, destacan desde Transportes tras el cierre del plazo para presentar los formularios.
Entre los motivos esgrimidos por Jácome para impedir que los ourensanos viajen con tarifas más asequibles estaba el de la necesidad de modificar la ordenanza municipal, argumentando que la tramitación de los cambios supondrían que los nuevos precios no entrasen en vigor hasta diciembre. En su comunicado, el Ministerio de Transportes recuerda que todas las administraciones podían utilizar julio y agosto para los ajustes normativos necesarios para aplicar la medida y los consistorios no tardaron en modificar su ordenanza, como por ejemplo Ciudad Real, que aprobaba los cambios en un pleno extraordinario el 19 de julio.
La decisión de no bajar las tarifas de los bonos en Ourense supone que el precio del billete normal para usuarios con la tarjeta Milenio se quede en 0,62 euros, cuando podía haberse situado en 0,43 céntimos. Mientras, la tarifa de los estudiantes hubiese pasado de 43 a 30 céntimos por viaje.
En Galicia, han dado el paso de beneficiar a sus vecinos con una rebaja los ayuntamientos de Vigo, Santiago y A Coruña. Ourense se quedará -junto con Vigo, que le igualará tras el descuento- como la urbe con el precio del billete más alto para los usuarios recurrentes.
