El Concello ensaya soluciones en las aceras de las calles más conflictivas, como Dalí o Curros Enríquez
El pasado mes de enero se habían registrado en el municipio de Ourense un total de 80 avisos de caídas en las calles, alguno de ellos, como parece repetirse mes a mes, en la calle Dalí, donde desde su apertura al tránsito se suceden los resbalones de los paseantes. Desde el Concello no tienen clara cuál es la razón última de este escenario pero, en todo caso, si el pasado verano aplicaban un nuevo método para intentar encontrar solución al problema en una de las aceras, esta misma solución estaba poniéndose en marcha la semana pasada en la otra. Y es la primera de una serie de actuaciones, con utilización de distintos sistemas, que incluyen otros viales de la ciudad con especial incidencia de resbalones y caídas.
El edil de Infraestructuras, José Araújo, apunta que "esta semana aplicaremos otro tratamiento diferente en otra de esas zonas donde se están registrando caídas desde hace tiempo, la calle Curros Enríquez; vamos a utilizar otro método porque hay una incertidumbre total y el objetivo es ver cuál de los dos métodos funciona mejor".
Puri Salgado, repartidora de Correos en O Couto, apunta que "desde su apertura esta calle -La Dalí- es patinaje artístico, no hay manera de que no resbales. El pasado verano pulieron la acera de enfrente y quedó muchísimo mejor, reduciéndose los resbalones".
Juan Antonio López, de la empresa de construcción Lorenzo, explica que "pulimos la baldosa para quitar la capa de arriba, que es la que produce el aquaplannig y eso elimina el peligro; en principio creemos que durante una larga temporada no habrá que repetir la aplicación de este sistema".
Sonia Cuñarro, propietaria de la tienda de deportes Moncho, recuerda que "yo misma me caí embarazada; no sé por qué pero en estas aceras se resbala un montón, es constante, es algo notorio".
Un poco más allá, en la misma calle, Flor Martínez, trabajadora de una entidad financiera en el número 12 de la calle Dalí, certifica que "he visto ya unas cuentas caídas frente al establecimiento, llevo sólo dos meses pero ya vi tres o cuatro caídas, desde algún niño a alguna persona mayor también".
Mari Carmen Queija tiene una peluquería en la plaza Eduardo Barreiros, cerca de la calle Curros Enríquez. "La gente en ese trozo de la antigua Fenosa y aquí frente a la peluquería tropieza día sí y día también, varias clientas nuestras se rompieron brazos, piernas e incluso alguna quedó con traumatismo craneal y aún tiene secuelas; lo que no sé es si han reclamado". En su caso tiene doble experiencia: "Yo vivo en la calle Dalí y se resbalaba que te matabas, una amiga mía estaba embarazada y no pudo evitar caerse, aunque no le pasó nada. El sistema que aplicaron allí dio resultado, eso es verdad".
En este segundo caso se aplicará "agua a presión con una máquina especial, que va a realizar Ecourense; la idea es que empiece esta semana". El edil reconoce que se acumulan las reclamaciones por caídas en las aceras de la ciudad, un problema que parece ser especialmente relevante en estos dos casos.
No serán los únicos. "Tenemos en cartera otras calles –González Cachamuíña e Iglesias Alvariño, en As Lagoas; y Salvador de Madariaga– en las que iremos aplicando distintos sistemas para determinar cuál conviene más para frenar el problema", avanza José Araújo.
