La ciudad restaría 20 estancos con una propuesta antitabaco

La propuesta del Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo (CNPT) para reducir progresivamente las expendedurías de tabaco podría dejar a Ourense sin dos de cada tres establecimientos existentes. Este comité pide al Gobierno central que los estancos de tabaco se reduzcan a la mitad, para que en 2030 la ratio sea de un establecimiento por cada 10.000 habitantes, frente a los dos por cada 10.000 que hay en la actualidad. La ciudad de Ourense cuenta con 30 establecimientos que venden tabaco funcionando ahora mismo. Si el Gobierno central acepta la sugerencia del Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo (CNPT), en Ourense pasaría de haber 30 estancos a solo 10: sería una pérdida de 20 negocios. “EL ESTANCO DE EUROPA” Andrés Zamorano, presidente del CNPT y coordinador del Grupo de Tabaquismo de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), ve “decepcionante” que el Gobierno central “no haga nada por erradicar el consumo de tabaco en nuestro país y cómo triunfan los criterios económicos sobre la protección de la salud pública”. Zamorano asegura que España es “el estanco de Europa”. En otras villas grandes de la provincia también sería dramática la reducción del número de estancos. En Verín hay dos, por lo que se quedaría solo uno de salir adelante esta propuesta. En O Barco cuentan con seis establecimientos, por lo que de aprobarse esta norma, perderían hasta cuatro y se quedarían con dos para una villa de más de 13.000 habitantes. En Xinzo, que roza los 10.000 habitantes, hay dos expendedurías de tabaco, por lo que podrían quedarse con solo una de salir adelante la ley. En O Carballiño hay cuatro negocios, por lo que si la propuesta de la CNPT convence al Estado, resistirían solo dos. VENTA DE TABACO Desde 2011, los fumadores ourensanos redujeron en una cuarta parte la cantidad de cajetillas que compran, lo que supone que los estancos provinciales dejaron de vender, de media, cinco millones de paquetes por año, según los últimos datos. El covid aceleró este proceso, y trajo un descenso pronunciado en la cantidad de cigarros que cada ourensano fuma: el pasado 2020 concluyó con 600.000 cajetillas menos que el curso anterior. Sin embargo, tras la salida de las restricciones, los ourensanos retomaron viejos hábitos, y tras un 2021 que dejó un pequeño descenso, volvieron a incrementar su consumo de tabaco. En la primera mitad de 2022, se vendieron en la provincia un total de 6,8 millones de paquetes, casi 200.000 más que en el mismo periodo del año anterior, lo que supone un incremento del 3%. 31,5 MILLONES En términos monetarios, el aumento es todavía mayor por el efecto de la inflación. Los estancos de la provincia recaudaron en lo que va de año, solo con las cajetillas de cigarros, 31,5 millones de euros. El incremento supone casi 1,5 millones por encima de los 30,1 millones que facturaron en el primer semestre del año pasado.