La crisis económica y los recortes en las inversiones públicas mantienen paralizadas tres obras por más de 14,5 millones de euros en la ciudad.
Así, las viviendas de protección oficial que la Xunta construye en Covadonga acumulan ya más de dos años paralizadas -aunque la administración gallega ya licitó la finalización de los trabajos- debido a los problemas económicos de la empresa adjudicataria. Exactamente este mismo motivo es el que explica el parón de los trabajos del centro de conocimiento de la Molinera desde el pasado noviembre. Por último, la racionalización de los recursos económicos fue la causa esgrimida por la Xunta para no firmar el convenio de prórroga de los trabajos en el Centro de Interpretación de Parques Naturais, en el que desde hace un año y tres meses no se mueve ni una piedra.
El pasado mayo, el Diario Oficial de Galicia anunciaba la licitación de la finalización de las 52 viviendas de protección promovidas por la Xunta en Covadonga. Sólo acabar esos edificios supondrá un desembolso de 3.097.060 euros -aunque las ofertas presentadas por las empresas que concurran al concurso podrían rebajarlo-. En ese momento habían transcurrido ya dos años, desde que en abril de 2011 la concesionaria de la obra solicitara la suspensión del contrato, que había sido adjudicado en 2008 por 5,8 millones de euros, aunque finalmente el coste se elevó a 6,4 millones. Una vez se retome la obra, los edificios tendrán todavía ocho meses por delante antes de que estén completamente finalizados.
El tiempo transcurrido entre la suspensión del primer contrato y la licitación del segundo se ha tratado de justificar en el propio procedimiento que las administraciones tienen que seguir para resolver una adjudicación -con los informes técnicos y jurídicos necesarios- y poner en marcha un nuevo concurso adjudicatario. Así se explica también desde el Concello de la ciudad que las obras de la Molinera, paralizadas desde principios de noviembre del año pasado por los problemas económicos de la adjudicataria, todavía no se hayan retomado.
La conversión de la antigua fábrica de la Molinera en un centro de conocimiento es una idea que surgió a principios del primer mandato del gobierno de PSOE y BNG, en las áreas que gestionaban los nacionalistas. No obstante, no fue hasta 2011 cuando la obra se adjudicó a Construcciones Gamallo por 1,1 millones de euros -la empresa ofrecía una mejora de más de 120.000 euros- con el compromiso de finalizarlo un año más tarde.
Sin embargo, en noviembre de 2012 fue cuando la empresa reclamó la suspensión del contrato por sus dificultades económicas, sin que hasta el momento se haya adjudicado aún la finalización de la obra. Así, en estos meses, el Concello liquidó el contrato con la adjudicataria, a la que reclamó 31.000 euros por daños y perjuicios. La finalización de la obra costará 320.000 euros pero para acometerla el Concello tendrá que aprobar una modificación de crédito o bien los presupuestos de 2013.
LIMITACIONES PRESUPUESTARIAS
Otro caso de edificio paralizado y con 'limitaciones presupuestarias', según el Gobierno, es el Centro de Interpretación de Parques Naturais, aunque su parón puede enmarcarse también en razones políticas, al tratarse de un proyecto iniciado cuando el PSOE gobernaba en la Xunta y Madrid -las obras arrancaron con retraso y ya con el PP en Santiago-. Los trabajos, con un coste de siete millones de euros -la mayoría sufragados con fondos europeos-, están paralizados desde marzo de 2012. 'Hai que facer viable este proxecto, xa que as circunstancias económicas cambiaron', explicaban entonces desde la Xunta, sin que hasta el momento se haya encontrado ni el uso para continuar el edificio.
El pasado mayo, el Diario Oficial de Galicia anunciaba la licitación de la finalización de las 52 viviendas de protección promovidas por la Xunta en Covadonga. Sólo acabar esos edificios supondrá un desembolso de 3.097.060 euros -aunque las ofertas presentadas por las empresas que concurran al concurso podrían rebajarlo-. En ese momento habían transcurrido ya dos años, desde que en abril de 2011 la concesionaria de la obra solicitara la suspensión del contrato, que había sido adjudicado en 2008 por 5,8 millones de euros, aunque finalmente el coste se elevó a 6,4 millones. Una vez se retome la obra, los edificios tendrán todavía ocho meses por delante antes de que estén completamente finalizados.
El tiempo transcurrido entre la suspensión del primer contrato y la licitación del segundo se ha tratado de justificar en el propio procedimiento que las administraciones tienen que seguir para resolver una adjudicación -con los informes técnicos y jurídicos necesarios- y poner en marcha un nuevo concurso adjudicatario. Así se explica también desde el Concello de la ciudad que las obras de la Molinera, paralizadas desde principios de noviembre del año pasado por los problemas económicos de la adjudicataria, todavía no se hayan retomado.
La conversión de la antigua fábrica de la Molinera en un centro de conocimiento es una idea que surgió a principios del primer mandato del gobierno de PSOE y BNG, en las áreas que gestionaban los nacionalistas. No obstante, no fue hasta 2011 cuando la obra se adjudicó a Construcciones Gamallo por 1,1 millones de euros -la empresa ofrecía una mejora de más de 120.000 euros- con el compromiso de finalizarlo un año más tarde.
Sin embargo, en noviembre de 2012 fue cuando la empresa reclamó la suspensión del contrato por sus dificultades económicas, sin que hasta el momento se haya adjudicado aún la finalización de la obra. Así, en estos meses, el Concello liquidó el contrato con la adjudicataria, a la que reclamó 31.000 euros por daños y perjuicios. La finalización de la obra costará 320.000 euros pero para acometerla el Concello tendrá que aprobar una modificación de crédito o bien los presupuestos de 2013.
LIMITACIONES PRESUPUESTARIAS
Otro caso de edificio paralizado y con 'limitaciones presupuestarias', según el Gobierno, es el Centro de Interpretación de Parques Naturais, aunque su parón puede enmarcarse también en razones políticas, al tratarse de un proyecto iniciado cuando el PSOE gobernaba en la Xunta y Madrid -las obras arrancaron con retraso y ya con el PP en Santiago-. Los trabajos, con un coste de siete millones de euros -la mayoría sufragados con fondos europeos-, están paralizados desde marzo de 2012. 'Hai que facer viable este proxecto, xa que as circunstancias económicas cambiaron', explicaban entonces desde la Xunta, sin que hasta el momento se haya encontrado ni el uso para continuar el edificio.
