Cada ourensano consume recursos equivalentes a 4,60 hectáreas, 2,80 hectáreas por encima de lo que le correspondería a nivel global. Así, la ciudad utiliza recursos equivalentes a 40,85 veces su superficie, aunque consume menos agua y genera menos residuos que la media española.
Ourense utiliza recursos equivalentes a 40,85 veces su superficie, lo que la sitúa muy por encima de lo que podría ser aceptable para una ciudad de sus características. Esa es una de las conclusiones que se desprende del último informe del Observatorio de Sostenibilidad de España, que asegura también que a nivel provincial el comportamiento es igualmente deficitario, ya que consume recursos equivalentes a tres veces (3,25) su territorio. Es más, según el estilo de vida y la población, en el plazo de un año, la ciudad agotaría sus recursos en enero, mientras que a la provincia le llegarían hasta aproximadamente mediados de abril.
Las conclusiones se extraen del cálculo de la denominada huella ecológica de la ciudad, parámetro que equivale al total de superficie ecológicamente productiva necesaria para producir los recursos consumidos por un ciudadano medio, así como la necesaria para absorber los residuos que genera. En el caso de Ourense, la huella ecológica es de 4,60 hectáreas por persona, muy por encima de la disponibilidad por habitante a nivel global, que se calcula en 1,8 hectáreas por habitante. Esto significa, pues, que la ciudad se sitúa lejos del objetivo deseable de la sostenibilidad.
En el impacto que los ourensanos tienen sobre los recursos de los que disponen, salen mejor parados en lo que respecta al agua y la basura, con niveles más sostenibles que la media. Según el informe, tanto el volumen de agua total consumida como el consumo doméstico se encuen tran por debajo de los valores medios de España (201 y 137 litros por habitante al día, respectivamente frente a los 317 y 167 de la media). Además, la tasa de generación de residuos es de 1,1 kilos por habitante al día, inferior a los 1,47 de media española. En el lado contrario, la ciudad presenta niveles menos sostenibles que la media en el índice de motorización -a pesar de que el 60% de los desplazamientos se realizan a pie- y el uso eficiente del stock de vivienda.
La superficie verde urbana útil de la ciudad es de 8,2 metros cuadrados por habitante, superior a los cinco mínimos que recomienda la Organización Mundial de la Salud. En el resto de capitales de provincia gallegas, A Coruña usa recursos equivalentes a 80 veces su superficie, Lugo 17 veces y Pontevedra, 20.
Hay que avanzar hacia las energías alternativas
Para el concejal de Medio Ambiente, Demetrio Espinosa, estos parámetros son discutibles porque no siempre reflejan la realidad. Aun así, reconoce que hay que seguir trabajando en sostenibilidad porque basta que nos sobren recursos naturales, como el agua, para que los desperdiciemos. Espinosa reconoce su preocupación por los vertidos a los ríos y por el cuidado del importante patrimonio natural que tenemos, ya que hay tanta variedad de especies como en el Jardín Botánico de Madrid. Apuesta porque Ourense entre en la carrera por las energías alternativas y, concretamente, la fotovoltaica, ya que tenemos muchas horas de sol y hay que aprovecharlas.
Propuestas para ahorrar agua y reducir el consumo energético
Desde la Asociación medioambiental Syme, José Antonio Pérez, recuerda que ya en 2007 entregamos un escrito al alcalde sobre medidas que se podían llevar a cabo y aún no tenemos respuesta. Entre las propuestas que realiza esta asociación para avanzar hacia la sostenibilidad se encuentran la reducción del gasto energético en dependencias municipales, el uso de biocombustibles, la limitación del crecimiento urbanístico a las necesidades reales, la recuperación de los ríos, el fomento del ahorro del agua, políticas de recuperación de bosques y mejorar los planes de movilidad. ¿Por qué no se contempla un tranvía o un metro de superficie en la futura ronda Bulevar?, concluye.
Las conclusiones se extraen del cálculo de la denominada huella ecológica de la ciudad, parámetro que equivale al total de superficie ecológicamente productiva necesaria para producir los recursos consumidos por un ciudadano medio, así como la necesaria para absorber los residuos que genera. En el caso de Ourense, la huella ecológica es de 4,60 hectáreas por persona, muy por encima de la disponibilidad por habitante a nivel global, que se calcula en 1,8 hectáreas por habitante. Esto significa, pues, que la ciudad se sitúa lejos del objetivo deseable de la sostenibilidad.
En el impacto que los ourensanos tienen sobre los recursos de los que disponen, salen mejor parados en lo que respecta al agua y la basura, con niveles más sostenibles que la media. Según el informe, tanto el volumen de agua total consumida como el consumo doméstico se encuen tran por debajo de los valores medios de España (201 y 137 litros por habitante al día, respectivamente frente a los 317 y 167 de la media). Además, la tasa de generación de residuos es de 1,1 kilos por habitante al día, inferior a los 1,47 de media española. En el lado contrario, la ciudad presenta niveles menos sostenibles que la media en el índice de motorización -a pesar de que el 60% de los desplazamientos se realizan a pie- y el uso eficiente del stock de vivienda.
La superficie verde urbana útil de la ciudad es de 8,2 metros cuadrados por habitante, superior a los cinco mínimos que recomienda la Organización Mundial de la Salud. En el resto de capitales de provincia gallegas, A Coruña usa recursos equivalentes a 80 veces su superficie, Lugo 17 veces y Pontevedra, 20.
Hay que avanzar hacia las energías alternativas
Para el concejal de Medio Ambiente, Demetrio Espinosa, estos parámetros son discutibles porque no siempre reflejan la realidad. Aun así, reconoce que hay que seguir trabajando en sostenibilidad porque basta que nos sobren recursos naturales, como el agua, para que los desperdiciemos. Espinosa reconoce su preocupación por los vertidos a los ríos y por el cuidado del importante patrimonio natural que tenemos, ya que hay tanta variedad de especies como en el Jardín Botánico de Madrid. Apuesta porque Ourense entre en la carrera por las energías alternativas y, concretamente, la fotovoltaica, ya que tenemos muchas horas de sol y hay que aprovecharlas.
Propuestas para ahorrar agua y reducir el consumo energético
Desde la Asociación medioambiental Syme, José Antonio Pérez, recuerda que ya en 2007 entregamos un escrito al alcalde sobre medidas que se podían llevar a cabo y aún no tenemos respuesta. Entre las propuestas que realiza esta asociación para avanzar hacia la sostenibilidad se encuentran la reducción del gasto energético en dependencias municipales, el uso de biocombustibles, la limitación del crecimiento urbanístico a las necesidades reales, la recuperación de los ríos, el fomento del ahorro del agua, políticas de recuperación de bosques y mejorar los planes de movilidad. ¿Por qué no se contempla un tranvía o un metro de superficie en la futura ronda Bulevar?, concluye.
