Restricciones en Ourense | Los clientes de la hostelería, reacios a entrar a los locales

La clientela prefirió quedarse en las terrazas este fin de semana.
photo_camera La clientela prefirió quedarse en las terrazas este fin de semana. (FOTO: ÓSCAR PINAL)
La actividad en los interiores fue “muy poca” en el primer fin de semana con las nuevas medidas

Este fin de semana la hostelería de la ciudad, Barbadás, O Barco, Carballiño y Avión vivieron sus primeros días de control en el acceso al interior de los negocios con el certificado covid -prueba negativa en las 48 horas previas, vacunación completa o inmunidad por pasar el virus-. Las primeras impresiones del sector son que los clientes son reacios a estar en espacios cerrados: “Trabajamos muy poco dentro y el que lo hacía, venía con la tranquilidad de tener el documento”, asegura Enrique Fidalgo, de O Frade, situado en Os Viños.

Desde el restaurante Monterrey, también en la ciudad, reconocen que “perdimos mesas” a causa de la nueva normativa. Los turistas, su principal clientela en estos meses, llegaba con dudas y desconociendo las nuevas medidas que afectan al sector: “La gente se quedaba anonadada cuando le pedías el certificado, porque muchos no sabían que era necesario y en una misma unidad familiar podía haber personas vacunadas y otras que no”, explica Luis Roales. Esto provocó que decidiesen buscar otros establecimiento donde no precisasen de este requisito para acceder al interior. 

Pese a las dudas, Fidalgo destaca el comportamiento de las personas que desearon consumir en el interior porque “ya te lo enseñaban sin problemas”. El trabajo dentro fue escaso y se resigna a la normativa porque “no nos obligan a cerrar”, ofreciendo una alternativa que Rubén González, de la Asociación de Hosteleros de Ourense (AHROU), cree que solo sirve para ofrecer “un cribado con premio”. “Como fallaron las convocatorias nos impusieron un control que no nos corresponde, cuando es una tarea de la administración”, lamenta González.

Este hostelero de la ciudad decidió no abrir el interior de su negocio y, preguntando a los asociados, la idea de que vuelven a ser “víctimas” de las decisiones de los expertos, cobra fuerza. “No estamos en contra de los cribados ni de la vacunación, solo decimos que no nos corresponde controlar a los clientes. Las medidas son absurdas”, señala González, quien menciona el éxito de convocatoria del criba-bus en el mismo día que se exigía un test negativo para acceder a la hostelería. 

“Durante 15 meses sufrimos todas las dificultades, que a largo plazo mostrarán sus consecuencias para la hostelería y todas las familias que están detrás del sector, y ahora nos señalan otra vez”, critica. 

Las reacciones de algunos clientes, que no estén dispuestos a mostrar su certificado covid, puede llevar a situaciones “desagradables” que los hosteleros “no tenemos que sufrir”, según González.

En contra del sector

El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, defendió ayer esta nueva medida aplicada en la hostelería de los concellos en los niveles más altos porque “é a única posibilidade e salvoconducto para que siga aberta”. Feijóo destacó que “a maioría” de los hosteleros está  “absolutamente comprometida”  con las normas que compaginan su actividad con el control epidemiológico, pero también habló de “excepcións”: “Creo que eses casos van en contra do propio sector porque, se non cumplen, as restriccións perdurarán”.

Te puede interesar