El colapso para conseguir cita para el NIE en Ourense paraliza la vida de 200 venezolanos

La oficina de Fevega, una mañana en la calle Progreso.
photo_camera La oficina de Fevega, una mañana en la calle Progreso.
La autorización para estar en territorio español es de tres meses y algunos no consiguen ser convocados a tiempo

Conseguir el Número de Identidad de Extranjero (NIE) es fundamental para un migrante que llega al país. Sin dicho documento, no pueden trabajar ni residir legalmente. Aun con todo en regla, deben añadir seis meses más para completar el proceso. Las vidas de más de 200 personas están actualmente retenidas por la burocracia

Tal y como recogen desde la Federación Venezolana de Galicia  (Fevega), en Ourense es cada vez más problemático obtenerlo: apenas dan citas en la Comisaría de la Policía Nacional. La mayoría de los extranjeros llegan con una estancia de corta duración, una autorización para permanecer en territorio español por un período de tres meses (como máximo). Sin embargo, el tiempo de espera para lograr una cita es superior en muchas ocasiones. 

Solo hay un día al mes habilitado para conseguirla vía telefónica y, de no poder contactar, hay que esperar al siguiente. “Hemos visto casos de personas que han llamado hasta 1.000 veces una mañana y no han contactado. Es una lotería”, explica José Félix González, responsable de Fevega en Ourense. 

La asociación tiene una oficina en la calle Progreso. Allí dan atención a retornados y a “criollos” -como dicen ellos- para lograr la documentación. Los hijos o nietos de gallegos lo tienen más fácil, pero sin raíces la gestión se complica: “Hay un convenio firmado entre España y Venezuela por el cual se puede pedir el asilo y la protección internacional por razones humanitarias. A los venezolanos les niegan el asilo, pero les dan la protección. Por tanto, tienen que conseguir la cita para el NIE y así quedarse”, explica González.

El presidente de Fevega en Ourense asegura que cada vez que se abre la vía, cerca de 200 personas llaman para obtener la cita. Menos de una decena la consiguen. Por tanto, el resto queda en espera para el siguiente intento. “Una vez que te dan el NIE, puedes trabajar. Sin embargo, entre unos trámites y otros pasan seis meses en los que las personas no pueden hacerlo legalmente”, señala. Además, asegura que la resolución se puede retrasar hasta un año o que, directamente, te la pueden denegar. 

“¿Cómo se sobrevive sin tener permiso de trabajo? No se puede hacer nada”, afirma González. Por otra parte,  aseguran que desde la Policía Nacional les indican que no cuentan con personal suficiente para atender a la demanda. 

3.000 llamadas en cinco horas

Nino Gusman es un caso aparte. Consiguió contactar con la Policía, pero antes llamó durante cinco horas seguidas sin descanso. “Registré hasta 3.000 llamadas. Ocupado, ocupado, ocupado. No había forma”, relató. 

“Yo vine porque vivir en Venezuela es complicado”, asegura. Allí era abogado de profesión y aquí, dado que es difícil adaptar el permiso, busca empleo en hostelería u otros empleos similares. 

Por su parte, Liroy Urdaneta vino en condiciones diferentes. Llegó el año pasado y, aunque obtuvo el NIE, necesario para trabajar, le surgieron otros problemas.  En Venezuela estaba jubilado. Sin embargo, la inseguridad que ganó el país los últimos años le motivó a trasladarse junto a su familia a España. Sus hijos pudieron iniciar una nueva vida. Sin embargo, él necesita trabajar dos años para que le convaliden la pensión en España. “Nadie quiere contratarme por mi edad. Por más que busco, el tiempo pasa y no hay éxito”, señala.  Es electricista de profesión y afirma haber enviado decenas de currículos.

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