La avenida de La Habana, una de las arterias viarias con más tráfico de la ciudad, se convirtió durante parte de la mañana de ayer en un embudo que atrapó a decenas de vehículos en una jornada que coincidía precisamente con el regreso oficioso de los escolares de Infantil y Primaria a las aulas, tras las presentaciones protocolarias de la pasada semana, además de ser tradicionalmente una de las vías más concurridas de Ourense por los servicios administrativos con que cuenta y los que une.
La causa de las retenciones en esta ocasión fueron las obras emprendidas en parte de las aceras (al menos en el tramo comprendido entre la calle Teluro y Ramón Cabanillas), que vinieron a sumarse al problema que de por sí representa la calzada, con un firme deteriorado como consecuencia del adoquín del que está revestido (y ahora parcheado con asfalto) y las características del subsuelo de esa zona de la ciudad.
MEJORA DE ACERAS
Fuentes de la Tenencia de Alcaldía subrayaron, para justificar la inevitabilidad del atasco, la urgencia de acometer las obras de mejora en las aceras, que 'hace tiempo que exigen una intervención ante el riesgo que presentan para los peatones'. Se trata de una actuación que servirá para mejorar el pavimento en los tramos en los que las aceras no fueron reformadas cuando el gobierno anterior abordó la reforma de la calzada.
No obstante, la perforación y el levantamiento de los bordillos -ejecutados por una brigada de la empresa Extraco, con la que el Concello tiene conveniado este tipo de obras- obedece en segunda instancia 'a la necesidad de realizar una prospección del terreno para estudiar la necesidad o no de acometer cambios en el saneamiento de la zona'.
Es decir, el atasco que han motivado el simple levantamiento de las aceras podría no ser más que la punta del iceberg si el estado del saneamiento, que atraviesa la avenida de La Habana por el centro de la calzada, se demuestra obsoleto y su recambio se convierte en una prioridad.
La Tenencia de Alcaldía, en boca de su titular, Andrés García Mata, admite que en todo caso, y en el peor escenario -que haya que sustituir el actual saneamiento-, la 'intervención no se produciría en el corto plazo'. Fundamentalmente, por dos motivos. Uno, de carácter operativo, pues en efecto 'habría que interrumpir la circulación de vehículos en la avenida de La Habana durante el tiempo que se extendiesen las obras'.
La segunda razón obedece a factores presupuestarios. Un proyecto de esas características, en una avenida que pasa por ser una de las calles más anchas y largas de todo Ourense, 'exige una inversión importante' que conviene planificar desde un horizonte temporal más amplio.
LOS TÉCNICOS
Sea como fuere, junto a la brigada de Extraco, desde ayer operan en el terreno también los técnicos de la Tenencia de Alcaldía. A expensas de que posteriormente las conclusiones puedan ser otras, García Mata se mostró confiado en que 'el saneamiento aguante' y que, cuando llegue el momento y el contexto económico y presupuestario mejore, se afronten unas obras que deberían significar, paralelamente, 'la retirada del adoquín'. Mata apuesta por otro material que genere menos perturbaciones, tanto para los conductores como para los peatones, e incluso para los vecinos, dado el ruido que provocan los automóviles al contacto con la piedra.
MEJORA DE ACERAS
Fuentes de la Tenencia de Alcaldía subrayaron, para justificar la inevitabilidad del atasco, la urgencia de acometer las obras de mejora en las aceras, que 'hace tiempo que exigen una intervención ante el riesgo que presentan para los peatones'. Se trata de una actuación que servirá para mejorar el pavimento en los tramos en los que las aceras no fueron reformadas cuando el gobierno anterior abordó la reforma de la calzada.
No obstante, la perforación y el levantamiento de los bordillos -ejecutados por una brigada de la empresa Extraco, con la que el Concello tiene conveniado este tipo de obras- obedece en segunda instancia 'a la necesidad de realizar una prospección del terreno para estudiar la necesidad o no de acometer cambios en el saneamiento de la zona'.
Es decir, el atasco que han motivado el simple levantamiento de las aceras podría no ser más que la punta del iceberg si el estado del saneamiento, que atraviesa la avenida de La Habana por el centro de la calzada, se demuestra obsoleto y su recambio se convierte en una prioridad.
La Tenencia de Alcaldía, en boca de su titular, Andrés García Mata, admite que en todo caso, y en el peor escenario -que haya que sustituir el actual saneamiento-, la 'intervención no se produciría en el corto plazo'. Fundamentalmente, por dos motivos. Uno, de carácter operativo, pues en efecto 'habría que interrumpir la circulación de vehículos en la avenida de La Habana durante el tiempo que se extendiesen las obras'.
La segunda razón obedece a factores presupuestarios. Un proyecto de esas características, en una avenida que pasa por ser una de las calles más anchas y largas de todo Ourense, 'exige una inversión importante' que conviene planificar desde un horizonte temporal más amplio.
LOS TÉCNICOS
Sea como fuere, junto a la brigada de Extraco, desde ayer operan en el terreno también los técnicos de la Tenencia de Alcaldía. A expensas de que posteriormente las conclusiones puedan ser otras, García Mata se mostró confiado en que 'el saneamiento aguante' y que, cuando llegue el momento y el contexto económico y presupuestario mejore, se afronten unas obras que deberían significar, paralelamente, 'la retirada del adoquín'. Mata apuesta por otro material que genere menos perturbaciones, tanto para los conductores como para los peatones, e incluso para los vecinos, dado el ruido que provocan los automóviles al contacto con la piedra.
