PROBLEMAS EN EL CHUO

El colapso en Urgencias causó esperas de más de diez horas

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photo_camera La entrada de vehículos al Servicio de Urxencias del CHUO, saturada de ambulancias, ayer a las 10,30 horas.

Las quejas de familiares de los pacientes se acrecientan y la comisión de centro habla de "mala gestión"

El servicio de Urgencias del Complexo Hospitalario Universitario de Ourense (CHUO) ha vuelto a generar numerosas críticas por las largas demoras que se producen desde hace meses -las esperas de siete, ocho o más horas se convierten en algo "normal", que empeora si hay un cambio de turno por medio- y por la acumulación de pacientes pendientes de ingreso en el Hospital Santa María Nai o en la propia Residencia-. Tanto el fin de semana como en pleno puente, familiares de pacientes hicieron llegar sus quejas por las larguísimas esperas sin resultados ni atención y, señalan, sin que se ponga remedio. Lo confirma también la comisión de centro del Complexo, en la que se integran todos los sindicatos, que alertaba ayer de "la situación de colapso", además de criticar la "inoperatividad" que genera la situación en los facultativos, refiriéndose a la disponibilidad de espacios para ingreso que "no están habilitadas con este fin". Por ello, auguran un verano "muy desastroso" en el servicio, teniendo en cuenta que la población ourensana es envejecida, con muchas patologías crónicas que hay que atender y "que en el periodo estival se acentúan".

La dirección del centro mantenía ayer el silencio al respecto (su gabinete estaba ilocalizable para este diario) pero ha asegurado recientemente, cuando se produjo otra alerta por colapso, que todo se trata de un repunte puntual de la enfermedad, ahora por la inestabilidad climática, que afectaría más a los enfermos crónicos, los que también provocarían la saturación en invierno por el frío. Pero aseguraba que el centro no ha dejado de estar a pleno rendimiento.

Pero el mayor problema que detecta la comisión de centro es la "mala organización, de la que se deriva todo lo demás". La gestión responde, dice, a un modelo de día a día, sin pensar a medio plazo.

Una falta de camas para atender a todos los paciente es otro de los factores que trae implícito, dicen, el colapso de Urxencias. "Si sigue llegando gente y la que tienes no la derivas, se forman estas aglomeraciones", por la que los pacientes se encuentran molestos; por ejemplo, había una mujer esperando desde las cuatro de la madrugada de este martes, explicaba Amelia Francisco, mientras esperaba a que un familiar suyo fuese atendido, lo que no ocurrió hasta media mañana de ayer. Lo peor, dicen los familiares, es cuando empieza a acumularse la gente. "Como vengas a partir del mediodía, estás toda la tarde y parte de la noche", explicó Rodrigo Álvarez a las puertas de Urgencias. Agustín tuvo que ir con su hijo y mostró su descontento con la atención recibida la semana pasada, cuando acudió con su mujer. "Estuvimos de siete de la tarde a 12 de la noche y nos mandaron para casa. Al día siguiente tuvimos que volver. Fueron más de siete horas esperando por una cama para que ingresase", detalló.

Y así, a diario. El pasado sábado, María José García también trasladó sus quejas desde la sala de espera de Urgencias. "La gente está hasta la coronilla de esperar. La falta de personal hace que las esperas sean cada vez más largas", insistió.

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