Reportaje

Comer natural o tradicional

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photo_camera Un momento del trabajo de investigación, en un laboratorio del campus de Ourense.
¿Qué entienden los consumidores por alimento o producto"natural"? Hasta nueve atributos reconocen algunos perfiles de compradores pero, paradójicamente, ninguno tiene que ver con "tradicional"

Ernesto López Valeiras, Eloi Jorge y María Beatriz González, investigadores de la Universidad de Vigo, han hecho un trabajo sobre el valor de una etiqueta que ponga "natural". Las marcas echan el resto para conquistar un mercado a priori más propenso a comprar aquello con ese marchamo. Los investigadores se han hecho preguntas sobre ese tipo de conceptos. Y aclaran: "realizamos una investigación sobre la conceptualización de naturalidad en el consumidor y el comportamiento de éste en función de los atributos a los que asignaba mayor importancia". 

Se centraron en el grupo de consumidores de la generación millennial, "impulsores de las tendencias presentes y futuras en el consumo de alimentos". Para ello llevaron a cabo un experimento de mercado con 372 personas que simulaba una situación real de compra en un laboratorio de la Facultade de Ciencias Empresariais e Turismo de Ourense.

Los resultados determinan nueve atributos relativos al cultivo o cría, así como al posterior procesamiento de los alimentos. Son los siguientes: producción local, ausencia de ingredientes artificiales, de conservantes, de aditivos, de colorantes y potenciadores del sabor artificiales, ausencia de productos químicos, hormonas, pesticidas, ausencia de organismos genéticamente modificados y bajo grado de procesamiento. ¿Y cuál es el verso suelto? Métodos de producción tradicional. Es ahí donde salta la sorpresa: los consumidores no asocian esta fórmula al alimento natural, que es tanto como decir que no lo valoran. O no lo hacen pensando en el concepto "natural".

Ernesto López Valeiras, uno de los investigadores, reconoce que "las nuevas generaciones de consumidores ya no valoran la producción tradicional como podrían hacerlo las generaciones precedentes".

Estas conclusiones ayudan a las empresas a tomar decisiones a la hora de lanzar nuevos productos o etiquetarlos. Una segunda fase, aún en estudio, determinará hasta qué punto un consumidor está dispuesto a pagar un sobrecoste por ese producto. 

De momento, las conclusiones de este trabajo de investigación se presentarán la semana que viene a empresas participantes en la feria Xantar, el salón gastronómico que organiza Expourense.

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