En lo que va de año ha tramitado más expedientes por deficiencias en la fachadas, cubiertas y cristales de ventanas que en todo 2012, alcanzando ya los 108 hasta mediados de octubre

El Concello de la ciudad detectó más de 460 edificios en mal estado desde 2010

Inmueble apuntalado y con una red de segurida  d para evitar desprendimientos en la calle Colón. (Foto: MIGUEL ÁNGEL)
Las intensas lluvias de las últimas semanas han puesto en evidencia el estado en el que se encuentran algunos edificios de la ciudad.
Si a principios de mes los efectos de las fuertes precipitaciones causaron desprendimientos en un inmueble de la rúa do Baño, hace una semana era otro edificio de la avenida de Buenos Aires el que movilizaba a Bomberos y Policía Local debido a su estado ruinoso. Ni uno ni otro son, sin embargo, casos aislados. Desde 2010, el departamento de Urbanismo del Concello de la ciudad ha tramitado hasta 462 expedientes por el mal estado de edificios, principalmente en lo que afecta a las fachadas, cubiertas y los cristales de las ventanas, entre otras cuestiones.

Así, sólo en 2013 -los datos son de mediados de octubre- fueron 108 los expedientes realizados por técnicos municipales tras tener constancia de deficiencias en las fachadas de otros tantos inmuebles. A dos meses de que finalice el año, la cifra supera ya las deficiencias detectadas durante todo el 2012, cuando el Concello tramitó 103 expedientes. Mientras, 2011 fue el año con más actividad en este sentido, al llegar a 184 los casos contabilizados en la institución municipal.

Entre las calles con más expedientes por edificios en mal estado destaca Progreso, si bien en los últimos años se han detectado casos de este tipo en la avenida de Buenos Aires, As Caldas, la calle Marcelo Macías, Parada Justel o Ribeira de Canedo, por poner algunos ejemplos. También el Casco Histórico alberga varios casos de este tipo, como ocurre en Hernán Cortés, Pizarro o Pelayo. De esta situación no se libran ni siquiera edificios tan emblemáticos como la Torre, que durante el verano registró desprendimientos de cascotes a la acera de Curros Enríquez, si bien la comunidad de propietarios ya tomó medidas para evitar nuevos casos.


EL PROCESO

Según explican fuentes de Urbanismo, los expedientes se inician 'por un parte de la Policía Local, un informe de la Inspección municipal o por la denuncia de particulares que dan lugar a órdenes de ejecución de la Concejalía de Urbanismo'. En estos casos, el Concello ordena a los propietarios del edificio que realicen las obras necesarias para subsanar el problema con el objetivo de garantizar la seguridad del inmueble.

Así, después de que los técnicos municipales realicen su informe sobre las obras que se deben acometer, el Concello da audiencia a los propietarios y les comunica sus obligaciones, contra las que los dueños pueden presentar las alegaciones que consideren oportunas. Si realizan las obras para subsanar las deficiencias, tienen que presentar un certificado de seguridad y solidez en la fachada. Si no lo hacen, el Concello les impone sanciones que serán reiteradas hasta que ejecuten esos trabajos. La administración incluso puede llegar a acometer de forma subsidiaria esas obras -cobrándolas después a los propietarios- si considera que la necesidad de actuación es muy urgente.

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