El plan de la Xunta genera críticas porque no se ha contado con el gobierno local para consensuar lugares o terrenos

El Concello desconoce los 'parkings disuasorios' que presentó Feijóo

Francisco Rodríguez. (Foto: MIGUEL ÁNGEL)
El anuncio del presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, de que impulsará la creación de hasta 67 aparcamientos disuasorios a las entradas de las principales ciudades gallegas -seis en Ourense- ha sorprendido en la ciudad de As Burgas porque el gobierno municipal carece por completo de información al respecto, pese a que fuentes del propio Gobierno gallego, cuando se les requirió información complementaria sobre los lugares concretos en los que se ubicarán los estacionamientos, la adquisición de los terrenos necesarios o la inversión a realizar, aseguraron que hay diálogo entre Xunta y concellos para este fin.
Pero además, el anuncio expresado ayer tras el Consello de la Xunta, no es nuevo porque ya en 2010 el mismo Gobierno autónomo comunicó que sacaba a licitación la redacción del llamado 'Plan sectorial de aparcadoiros disuasoiros', adjudicado entonces por 80.000 euros y que no era sino consecuencia ya de un acuerdo autonómico del año 2008, cuando gobernaba el bipartito PSOE-BNG.

Tras conocer el anuncio de Feijóo, el regidor socialista de la ciudad, Francisco Rodríguez, no sabe si sus palabras son una 'ocurrencia' o un planteamiento serio porque no ha habido el más mínimo contacto con el Concello para evaluar posibilidades de terrenos, necesidades de la ciudad y, mucho menos, inversión necesaria, forma de obtención de las parcelas y ubicaciones concretas a tener en cuenta, máxime cuando en el caso de la ciudad de As Burgas, recuerda Rodríguez, se está redactando un Plan de Urbanismo nuevo.

El alcalde asegura que está dispuesto a colaborar con la Xunta en este asunto, que considera interesante, pero echa en falta diálogo y consenso previos, aún reconociendo que al tratarse de un Plan sectorial, la Xunta tiene todas las competencias en este asunto.

El Plan, que Feijóo apenas detalló, tendría como objetivo crear espacios a las entradas de las ciudades para efectuar la intermodalidad desde el vehículo privado al transporte público y con ello evitar el consumo de hasta seis millones de litros de combustible al año, lo que supondría un ahorro para los ciudadanos de unos 10 millones de euros.

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