La protectora de animales del Concello, Progape, lleva tres meses sin cobrar la cantidad correspondiente de la subvención anual que reciben del ente local. Es de 150.000 mil euros y el superconcejal Telmo Ucha, hasta que enfermó de covid, la firmaba mensualmente. Sin embargo, tras su baja, el área de bienestar animal de la Concejalía de Saúde parece haber desaparecido. Las consecuencias son cuantiosas: las facturas ascienden hasta cerca de los 6.000 euros.
Desde la protectora explican que "los animales no quedan sin atender, el problema es que vamos acumulando deudas. No queremos seguir acumulando más, pero no nos llega la subvención".
Entre perros y gatos en las instalaciones habitan casi 300 mamíferos, a los que hay que alimentar y atender los cuidados médicos, como vacunas o castraciones: "No podemos tener animales aquí que no estén castrados porque puede haber peleas o pueden quedarse preñados".
Mientras, Telmo Ucha, ya reincorporado, no conoce la razón por la que él mismo o alguien del ínfimo equipo de gobierno de Gonzalo Pérez Jácome firma la subvención que le corresponde a la protectora y pone fin al tren de deudas que acumulan.
