La administración municipal requirió sin éxito la documentación por las obras y servicios incorporados

El Concello ordena el cierre del Club Bamio por no ajustarse la licencia a su actividad

Imagen del Club Bamio, que vio limitada su actividad al hotel.  (Foto: Miguel Ángel)
El Concello ha ordenado el cierre del Club Bamio porque su licencia no se ajusta a la actividad que viene desempeñando desde que hace unos años acometió una serie de obras en el recinto. Según fuentes municipales, el expediente arrancó en 2005 debido a que el complejo incorporó servicios (una pista de karts) y realizó obras que no quedaban amparados por la licencia original. De la orden se salvó el hotel, para respetar las reservas. La empresa aseguró al Concello que legalizará su situación.
Una licencia que no se corresponde con la actividad actual del Club Bamio ha llevado al Concello a ordenar el cierre y precinto de la instalación. Una orden que no ha afectado al hotel porque, según la concejala de Urbanismo, Áurea Soto, ‘había gente dentro’, lo que permitía que ayer, desde fuera, pareciera un día normal en el complejo.

La decisión municipal es consecuencia de una larga problemática en la tramitación de la licencia adaptada a las actividades actuales del club, con diferencias con respecto a las de su inicio. No en vano, el expediente comenzó, según fuentes municipales, el 9 de marzo de 2005, a raíz de unas preguntas vecinales sobre unas obras realizadas en el complejo. En ese momento, el Concello solicitó información y comprobó que efectivamente se habían realizado obras (un hotel, un gimnasio en la antigua cafetería, un restaurante en el anterior salón social, entre otras actuaciones) que no quedaban amparadas por la licencia que tenía el complejo desde su apertura, en 1999.

Requerimientos

A partir de ahí, siempre según fuentes municipales, se empezó un periodo en el que el Concello instaba a la empresa a que presentara documentación para legalizar su situación. Al no hacerlo, la junta de gobierno ordenó, en enero de 2006, el cese inmediato de la actividad por no tener una licencia acorde a la misma. Sin embargo, el cierre se aplazó dado que un mes después la empresa presentó un escrito en el Concello en el que anunciaba que presen taría su documentación, algo que no llegó a hacer, por lo que en octubre de 2007, la junta de gobierno local acordó el cierre y precinto.

De nuevo a la espera de que la empresa presentara documentación y tras varios requerimientos, en febrero de este año el Concello volvió de nuevo a instar a la empresa a que legalizara su situación, hasta que en un decreto del mes de junio se acordó cumplir el acuerdo de cierre y precinto, algo que se materializó hace unos días.

Según Áurea Soto, ‘desde el Concello hemos insistido por todos los medios para que se legalizaran las cosas pero no fue así y si mañana hay un accidente en el complejo, el problema sería nuestro por haber permitido esa situación, seríamos nosotros los que tendríamos que asumir la responsabilidad’.

Una vez que el Concello ha adoptado esta decisión, la empresa ya ha comunicado su intención de presentar un proyecto para la legalización del complejo. De hecho, personal del Club Bamio (este periódico intentó, sin éxito, localizar a res ponsables de la empresa) reconocía ayer que las instalaciones estaban cerradas -excepto el hotel- y que esperaban volver a abrirlas el miércoles o el jueves de la próxima semana, una vez se hubiese arreglado la situación. No obstante, lo habitual es que una vez se presente la documentación, ésta sea analizada por los técnicos municipales para comprobar si se ajusta a las obras realizadas. En este sentido, Soto aseguraba que ‘si ya tienen el proyecto hecho y lo presentan, nosotros intentaremos agilizarlo lo más posible’.

Demasiadas instalaciones sin permisos

Los problemas del Club Bamio con la licencia no se limitan únicamente a las empresas privadas. La concesionaria del centro termal de Outariz continúa tramitando la licencia, después de la polémica tras su apertura por carecer de este permiso. Igualmente, el recinto de Expourense obtuvo su licencia de apertura el año pasado, 16 años después de que abriera sus puertas. No obstante, lo cierto es que el Concello no exigió ese permiso a las concesiones hasta 2006.




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