La campaña llevada a cabo por el Concello para la ordenación de las vallas publicitarias en la ciudad entra ya en su recta final.
Si en un inicio la acción municipal se centró en la identificación de los propietarios y delimitación de la legalidad de las estructuras, el siguiente paso fue ordenar la retirada de aquellas que, por su ubicación, eran ilegalizables. Sin embargo, este requirimiento apenas tuvo cumplimiento (sólo medio centenar de vallas fueron levantadas por sus promotores) y el Concello ha pasado ya a la acción, notificando las primeras multas coercitivas (600 euros reiterables mensualmente) por las 116 estructuras que no retiraron de forma voluntaria.
La intención municipal es que las sanciones animen a los dueños de las vallas a cumplir la orden de retirada. En caso contrario, el departamento de Urbanismo cuenta ya con un proyecto para la 'reposición de la legalidad y mejora del medioambiente urbano, desmontaje de vallas publicitarias', que establece las condiciones de la ejecución subsidiaria de la retirada y que fija en 74.000 euros el coste para desmontar las 116 vallas ilegales que persisten en su ubicación. Según la concejala de Urbanismo, Áurea Soto, el Concello ejecutará subsidiariamente la retirada 'en unos meses', ya que antes espera que las multas coercitivas sirvan para animar a los propietarios a cumplir la legalidad o bien para recaudar una cantidad de dinero suficiente para empezar a acometer el desmontaje de las vallas que, en todo caso, después tendría que cobrar a los dueños de las estructuras.
LA UBICACIÓN
El proyecto divide la ciudad en nueve zonas, tres de las cuales están en O Pino (carretera N-120), y el resto en Santa Cruz de Arrabaldo, carretera de Santiago-Cudeiro, puente Ribeiriño-Vistahermosa, N-525-Rabo de Galo, el Campus, Marcelo Macías y el entorno del Paco Paz. En estos nueve puntos se concentran las 116 vallas ilegales (57 simples, 58 dobles y una gigante) que el Concello tendrá que retirar de forma subsidiaria (a no ser que las multas hagan que los propietarios las desmonten). La zona más saturada de estas estructuras es el tramo municipal de la carretera de Santiago-Cudeiro, donde el proyecto detecta 22 vallas (14 de ellas, dobles). En Marcelo Macías contabiliza 16 estructuras, de las que 12 son dobles.
La intención municipal es que las sanciones animen a los dueños de las vallas a cumplir la orden de retirada. En caso contrario, el departamento de Urbanismo cuenta ya con un proyecto para la 'reposición de la legalidad y mejora del medioambiente urbano, desmontaje de vallas publicitarias', que establece las condiciones de la ejecución subsidiaria de la retirada y que fija en 74.000 euros el coste para desmontar las 116 vallas ilegales que persisten en su ubicación. Según la concejala de Urbanismo, Áurea Soto, el Concello ejecutará subsidiariamente la retirada 'en unos meses', ya que antes espera que las multas coercitivas sirvan para animar a los propietarios a cumplir la legalidad o bien para recaudar una cantidad de dinero suficiente para empezar a acometer el desmontaje de las vallas que, en todo caso, después tendría que cobrar a los dueños de las estructuras.
LA UBICACIÓN
El proyecto divide la ciudad en nueve zonas, tres de las cuales están en O Pino (carretera N-120), y el resto en Santa Cruz de Arrabaldo, carretera de Santiago-Cudeiro, puente Ribeiriño-Vistahermosa, N-525-Rabo de Galo, el Campus, Marcelo Macías y el entorno del Paco Paz. En estos nueve puntos se concentran las 116 vallas ilegales (57 simples, 58 dobles y una gigante) que el Concello tendrá que retirar de forma subsidiaria (a no ser que las multas hagan que los propietarios las desmonten). La zona más saturada de estas estructuras es el tramo municipal de la carretera de Santiago-Cudeiro, donde el proyecto detecta 22 vallas (14 de ellas, dobles). En Marcelo Macías contabiliza 16 estructuras, de las que 12 son dobles.
