La discoteca no cumplé ciertas normas, desde el Concello precisan que las deficiencias son subsanables, pero aún están pendientes de resolver.
El concejal de Urbanismo de Ourense firmó ayer la orden de precinto de la discoteca de Ourense La Bull, que sería entregada ya a la noche por tres agentes de la Policía Local, para que la propiedad procediese al cierre del local al carecer, sostiene el edil, de licencia de apertura.
No es la primera vez que La Bull se ve obligada a cerrar por carecer de permisos y de informes favorables de los servicios municipales, aunque en todos los casos la propiedad tramitó de nuevo las licencias, casi siempre con poca fortuna. La última vez fue a comienzos de verano y la ausencia de respuesta del Concello le sirvió para utilizar el argumento de permiso de apertura otorgado por silencio administrativo.
Pero el concejal José Cudeiro precisó ayer, al confirmar la orden de cierre del local, tanto los servicios técnicos como jurídicos descartaron la concesión de licencia en base al silencio administrativo; asegura que a la propiedad se le dio audiencia para alegar y, finalmente, se concluyó que no procede esa concesión. Además, señaló el concejal, hubo quejas de vecinos y usuarios por varias peleas en el recinto y hay un recurso de reposición planteado por un particular contra la licencia de obra y actividad; sin olvidar varios informes de la Policía Local al respecto. Todo ello, unido a los informes técnicos -que niegan el permiso por varias deficiencias, entre ellas la ausencia de un sistema seguro de evacuación para discapacitados-, aconsejó al edil a firmar esa orden cautelar de precinto.
Con todo, precisó que las deficiencias son subsanables, pero aún están pendientes de resolver.
