La llegada del verano implica en la provincia un incremento de población que, sumado a la escasez de precipitaciones, trae consigo recurrentes problemas de abastecimiento de agua que en muchas ocasiones obligan a cortar el suministro por tramos horarios. Es frecuente, hacia el mes de agosto, que muchos concellos difundan bandos informativos alertando sobre un consumo responsable ante el probable desabastecimiento y prohibiendo el uso de agua para el riego, el lavado de coches o el llenado de piscinas.
En otros casos, como por ejemplo en el municipio de Allariz, la concesionaria del servicio (Espina & Delfín) y el propio Gobierno local se han adelantado este año lanzando una campaña de concienciación sobre el uso que se hace de un bien cada vez más preciado bajo el lema “Está na túa man, pecha a billa cando toca”. Del mismo modo, municipios como Vilar de Barrio, Verín o Sandiás están inmersos -o acaban de finalizar- la ejecución de diversas obras para garantizar el correcto abastecimiento de agua, especialmente, durante los meses más conflictivos.
Según datos proporcionados por la propia Confederación Hidrográfica, en el presente año hidrológico -que comenzó el 1 de octubre del 20- la precipitación acumulada media en la provincia de Ourense -a comienzos de esta semana- ha sido de 1.149,1 litros por metro cuadrado, un 9 por ciento por encima de la media histórica. En la última semana se han registrado 0,2 litros por metro cuadrado y, por meses, diciembre, enero, febrero y junio han sido los más húmedos.
Actualmente, los embalses de la provincia se encuentran al 55,87 por ciento de su capacidad máxima, un 2,82 por ciento menos que la semana anterior. Este volumen es un 23,3 por ciento menor que la cantidad de agua embalsada hace un año -79,17 por ciento- y un 17,83 por ciento menor que el llenado promedio histórico en estas fechas del año, es decir, un 73,7 por ciento.
En lo relativo a los caudales circulantes, el caudal en las estaciones de la provincia se encuentra de media un 28,7 por ciento por encima del promedio histórico, abarcando entre unos mínimos de -31,8 y -11,1 por ciento, en el río Limia en Xinzo y el río Sil en O Barco de Valdeorras, respectivamente, y unos máximos de +75,4 y +65,9 por ciento, en el río Limia en Ponteliñares y el río Miño en Ourense respectivamente.
MEJORAS
Verín es uno de los municipios que, en los últimos meses, ha derivado esfuerzos a la mejora del servicio de abastecimiento de agua. Hace escasas semanas finalizaron obras para asegurar el abastecimiento en núcleos rurales como Feces de Cima, Tamaguelos, Mourazos y A Rasela. “Os problemas, que tiñamos localizados, eran de varias aldeas e solucionáronse. Agora non temos problema de abastecemento, nin gasto”, señala Gerardo Seoane, alcalde verinés. Aunque aparentemente la falta de agua no es un problema en el municipio, algunos pueblos, como es el caso de Ábedes -gestiona la aldea el suministro-, sufren escasez.
Vilar de Barrio, por su parte y de la mano de Augas de Galicia, acaba de adjudicar un proyecto por valor de 50.000 euros para mejorar el sistema de abastecimiento pensando especialmente en el periodo estival y que se centrará en los núcleos de Vilar de Barrio, Barrán y Bóveda y, también en la Comarca de A Limia, Sandiás tiene como “prioridad” renovar el abastecimiento de los núcleos rurales -la última intervención en este sentido se llevó a cabo en Vilariño das Poldras-.
En Cualedro, su alcalde, Luciano Rivero, explica que “nós aquí temos feito moitas catacións pero estamos vendo ao longo dos últimos anos que, debido ao cambio climático, o nivel de auga vai baixando. Traballamos para evitar a escasez”. Rivero ha pedido a sus vecinos que hagan “un uso racional da auga”.
Oímbra, por su parte, trabaja en la mejora del abastecimiento diariamente mediante su participación en el Plan de Abastecemento autónomo da Xunta de Galicia y en Monterrei, su regidor, José Luis Suárez, pide también prudencia porque “de momento non temos problema, pero cando se mantén o tempo seco sempre o temos, especialmente, nas aldeas da montaña”.
