La provincia registra una inversión de 17,14 euros per cápita en festejos, tres euros más que la media de gasto en Galicia
Los concellos de la provincia gastan una media de 17,14 euros por habitante en fiestas populares, un 7,26% más que lo que gastaron en 2016. En 2010, esa partida de gasto en los distintos presupuestos de los concellos se situaba en los 14,66 euros de media, por lo que la inversión subió un 17 % desde entonces. Este incremento es contrario a la tendencia a nivel gallego, cuyo gasto por persona se situaba en 2010 en 14,65 euros y en 2017 descendió a los 14,07 euros por habitante. La inversión a nivel nacional ha subido un 77% en este período, pasando de los 35,12 euros por vecino invertidos en 2010 a los 62 euros de 2017.
Por municipios, Vilariño de Conso es el concello de la provincia que más dinero destina a los festejos populares por habitante. En 2017 destinó 46.600 euros, el 3,8% del presupuesto total, a esta partida, lo que arroja una cifra de 79,52 euros por habitante. Chandrexa de Queixa, con 506 habitantes, destina 31.750 euros a este apartado, 62.75 euros por habitante. Le sigue O Bolo, que destina 59 euros por habitante (56.781 euros en total), Parada de Sil, con 50.68 euros (30.000 euros), Esgos, 39,61 euros, y Montederramo, con 29,71, completan la lista. Otros concellos ofrecen partidas más discretas, como Padrenda o A Peroxa que apenas llegan al euro gastado por habitante; o Amoeiro, donde invierten 10.000 euros en este ámbito, 4,4 euros por habitante.
En cuanto a las poblaciones de más de 5.000 habitantes, Celanova encabeza la lista de los que más dinero destinan al apartado de fiestas populares, con 17,26 euros por habitante, con 95.000 euros; seguido de Allariz, con un gasto de 15 euros por habitante, con 90.000 euros.
A continuación, se sitúan O Barco de Valdeorras, con una partida de 203.500 euros para sus más de 13.000 habitantes, lo que arroja una media de 14,79 euros por cabeza, el 2,37% del total de gastos presupuestados en total por la villa.
Casi igual está el Concello de Ribadavia, con una partida de 72.900 euros, que corresponde a 14,38 euros por habitante. Verín cuenta con una inversión de 10,74 euros por vecino, 174.000 euros en total, un 1,46% del presupuesto, según los datos disponibles, de 2014.
Por su parte, Xinzo de Limia presupuestó en 2017 una partida 120.000 euros para gastos festivos, 12 euros por vecino. O Carballiño destinaba en las cuentas de 2016 59.500 euros a festejos, lo que arroja una cifra de 4,3 euros por habitante, un 0,63% del total de los presupuestos.
En el otro lado de la tabla destacan San Cibrao das Viñas, que destina 1,17 euros por vecino a fiestas, solo el 0,12% del presupuesto municipal. En Pereiro de Aguiar, apenas salen a 1,76 euros por habitante, un 0,26% del total de presupuesto.
A la hora de establecer una comparación temporal, en 2010, Ribadavia gastaba 106.900 euros, 19,58 euros por habitante (5 euros más per cápita); Allariz destinaba una partida semejante a la de ahora, de 15 euros por habitante, con 85.000 euros presupuestados. Celanova tenía una cuantía mayor que la actual reservada para las festividades, a las que destinaba 19,84 por habitante, 117.150 euros en total.
El Concello de O Barco, sin embargo, destinaba menos cantidad, 197.500, casi 14 euros por cabeza. O Carballiño invirtió 8,55 euros por cabeza, el doble que en 2017, con 121.000 euros de presupuesto. A la cola, O Pereiro, que destinaba 0,97 euros por habitante y Barbadás, 1,15, con 11.200 euros. Verín era, sin embargo, la villa que más gastaba en fiestas hace ahora siete años, con 20,2 euros invertidos por vecino y un montante de 295.780 euros, el 2,83 % del presupuesto.
En cuanto a la capital, destina a las fiestas tradicionales 325.000 euros, a lo que hay que sumar los 65.000 euros en subvenciones a las comisiones de fiestas y 458.000 destinados a actividades festivas, lo que arroja una cifra de 848.000 euros, ocho euros por habitante.
