Concellos ourensanos por donde discurre la Vía Nova, la calzada romana que unía Braga y Astorga atravesando la provincia desde Portela do Home a la Serra da Enciña da Lastra, urgen más inversión que permita una conservación y mantenimiento, no solo para fomentar el turismo, sino con el fin de preservar un recurso de hace dos mil años.
El itinerario, que incluye tramos transitables, conjuntos de miliarios, yacimientos y puentes con una protección y estado de conservación dispar, no está exento de peligros como el que se produjo recientemente en León, cuando una mejora viaria acabó destruyendo un tramo de la Vía XVII. “Lo normal es que los tramos estén señalizados y se pidan permisos… Pero cualquier acción que ayude a mantener y conservar la vía, no está de más”, reconoce la alcaldesa de Bande, Sandra Quintas. Más inversión para su puesta en valor, y mismo en señalización, que también piden desde Lobios, que atesora uno de los tramos mejor conservados. “Pensando no solo en las personas que nos visitan, sino en la gente que vive en la zona para que lo valore y lo conserve”, incide la alcaldesa Mari Carmen Yáñez.
Tramos identificados
El arqueólogo valdeorrés y director de las excavaciones en Aquis Querquennis (Bande), Santiago Ferrer, propone la limpieza de los tramos de calzada identificados y una intervención menor para impedir que el agua dañe la vía, para hacerla visible y transitable; así como un estudio patrimonial, algo básico “para que no la destruyan”, subraya. Una intervención que podría ser el paso previo para la declaración de Bien de Interés Cultural (BIC) que se ha solicitado sin éxito en varias ocasiones. “Lo que recomendaría es clasificar las zonas donde la calzada está identificada y se conserva, como paso previo a una declaración BIC del trazado conservado”, dice Ferrer.
Bande, capital romana, con las termas, mansio y el campamento
Siguiendo el curso del río Limia, el temido Lethes para los romanos, se construyó en la primera centuria de esta era el campamento militar romano de Aquis Querquennis, de Bande. El asentamiento sirvió de base para la construcción de la Vía Nova y su ocupación, de 25.000 metros cuadrados, habría albergado a 500 legionarios y una turna auxiliar de caballería. El yacimiento militar es la joya romana de la provincia y, probablemente, uno de los más importantes de la península en el que se lleva excavado desde 1975. Su promotor, Antonio Rodríguez Colmenero, ha incidido siempre en la periodicidad de unas excavaciones que han permitido sacar a la luz, total o parcialmente, y consolidar el cuartel general, el hospital, barracones de tropa, hórreos, las letrinas, así como las vías y canales de drenaje y el sistema defensivo: la muralla con sus torres, foso y puertas. En agosto, cuando las aguas del embalse de As Conchas que lo anegan parcialmente les permitan trabajar, los arqueólogos volverán a excavar el pretorio, la residencia del único mando de la unidad al que se le permitía residir dentro del recinto. La bajada del nivel del agua permite, estos días, el acceso al yacimiento .
El campamento está ubicado a escasos metros de la zona termal de O Baño y, a medio camino, estaba la “mansio” Aquis Querquennis, la tercera desde Braga y mínimamente excavada. Para conocer más sobre la historia y el legado de Roma en la Vía Nova, se puede visitar el Centro de Interpretación Aquis Querquennis-Via Nova que gestiona la fundación de su mismo nombre. En 2018 todo el conjunto arqueológico fue declarado BIC.
Recorrer una vía bimilenaria identificada de tramo en tramo
La calzada está perfectamente identificada en el tramo de A Baixa Limia, destacando en la bajada de Portela do Home uno de los tramos mejor conservados y con mayores vestigios patrimoniales, que incluyen varios conjuntos de miliarios, la mutatio de As Mourúas y la mansio Aquis Ogeresibus. Otro tramo es el que va desde Ponte Liñares (Bande) a Congostro (Rairiz de Veiga).
Aunque a lo largo de su itinerario el trazado se pierde en varios puntos, en la comarca de Trives está identificada buena parte de ella, destacando el paso por Ponte Navea y su conjunto de miliarios, en este enclave, el paso originario de la Vía se mantuvo, al igual que el camino de Trives hacia Puente Bibei dejando atrás la montaña para sumergirse en una zona de ribera. Su gran misterio es la ubicacion de la mansio Nemetobriga. Dirección Valdeorras se observa la calzada primitiva que trascurre paralela a la carretera comarcal, dejando a la vista el desmonte romano y plataforma de rodadura.
De indicadores viarios a reclamos turísticos, solitarios o agrupados
La Vía Nova es una de las calzadas romanas que conserva un mayor número de miliarios, 281. Grandes piedras cilíndricas con los que Roma marcaba la distancia cada mil pasos y que, en la actualidad, han servido para definir los trazados viarios y también para crear reclamos turísticos como es el caso de las concentraciones de Portela do Home y A Ponte Nova, en Lobios. Son las más numerosas, pero no las únicas. También hay concentraciones en Ponte Liñares, Vilariño das Poldras (Sandiás) o A Igrexa, cerca de Tioira (Maceda).
En San Xoán de Río, junto al área recreativa del Ponte Navea, o los ubicados junto al puente de Bibei. Algunos se mantienen casi intactos al paso de la vía, en Rairiz de Veiga, en Petín, junto al puente de A Cigarrosa, y otros fueron reutilizados cristianizados como “cruceiros” y petos de ánimas (Foncuberta, Maceda), en los lagares, como cierres de fincas o en las estructuras de viviendas. Un reaprovechamiento que también se da con las aras, localizadas en la iglesia de Vilanova o en Santa Comba de Bande.
Obras grandiosas que fueron más allá de un paso por los ríos
Bajo las aguas del embalse de As Conchas permanece Ponte Pedriña, puente erigido por los romanos para salvar el río Lethes o del Olvido (Limia) entre Muíños y Lobeira. En la comarca trivesa, tres puentes destacaron al paso de la Vía, el primero cruzando el río Navea, llegando hasta hoy con varias reformas.
Aunque la obra más destacada a su paso por A Pobra de Trives se encuentra en la majestuosidad de Ponte Bibei, sorprendiendo sobremanera cómo los romanos eran capaces de construir con tanta perfección con los escasos medios con los que contaban por entonces. La muestra más evidente es comprobar que sigue en pie, sorteando las dificultades de la orografía, sin ningún tipo de reforma, más allá del acondicionamiento de su parte superior, soportando el tráfico rodado y siendo vínculo obligado con Valdeorras. Ya en la comarca valdeorresa, el puente de A Cigarrosa se sitúa sobre el Sil, entre Petín y A Rúa, punto que los romanos eligieron como el más idóneo.
Posadas y estaciones para el descanso entre Braga y Astorga
Once son las mansio viarias construidas a lo largo de las 212 millas entre Braga y Astorga para albergar el descanso de los caminantes. Actualmente, son dos las excavadas: Aquis Ogeresibus, a escasos kilómetros de la frontera con Portugal en Lobios, y Aquis Querquennis, en las inmediaciones del campamento de su mismo nombre y cuya alta ocupación la convirtió en A Cidá. Ambas comparten estar ubicadas junto a manantiales termales, muy valorados por los romanos.
Según una reciente publicación de la Fundación Aquae Querquennae-Vía Nova, a 21 millas de Braga estaría Salaniana y, en territorio ourensano, se ubicarían también Geminae (Sandiás), Salientes, Praesidium (Sás de Penelas), Nemetobriga (A Pobra de Trives) y Foro (A Rúa), para seguir en León con Gemestarium y Bergidum. En la distancia que separa dos mansiones, surgieron las “mutatio”, estaciones de paso que se asemejarían a las actuales estaciones de servicio (gasolineras). La única excavada en territorio gallego es As Mouruás, en Lobios.
