La Audiencia cree ilógica la versión de que hubo sexo a cambio de dinero
La Audiencia impuso 14 años de cárcel a Joaquim Oliveira Cunha por agredir sexualmente a una menor de 16 años a quien llevó contra su voluntad a un piso de Portugal cuando la joven regresaba a su casa de A Valenzá en la madrugada del 15 de julio. El mismo fallo le impone 45 días de multa (con cuota diaria de 10 euros). El acusado tendrá que indemnizar a la víctima con la suma de 30.000 euros por las secuelas y el daño moral provocado a la menor.
Los hechos ocurrieron en 2012, cuando la menor, que caminaba sola por una calle de la ciudad, fue abordada por el desconocido que la obligó a entrar en su vehículo, y posteriormente la trasladó a un domicilio de Portugal, donde la forzó sexualmente. Horas después, la dejó abandonada en Valença do Miño, Portugal.
En el fallo, los magistrados valoran la "verosimilitud" del relato de la víctima. Para ello, se sustenta, en primer lugar en la declaración de los amigos que aunque en algún caso resulta "confusa", todos los testigos que deponen en el plenario "son unánimes". En segundo lugar, hace alusión a las lesiones apreciadas en la exploración médica, en concreto "eritemas y erosiones superficiales en ambas muñecas, así como en el reconocimiento ginecológico, que son compatibles con los hechos relatados por la menor. La sala también tiene en cuenta las pruebas periciales y la valoración psicológica, que hablan de "un trastorno de estrés postraumático".
Por el contrario, considera la versión del acusado, "carente de toda razonabilidad. No parece lógico que (la joven) accediera a mantener relaciones sexuales con un extraño, a cambio de nada, pero menos por la suma de 200 euros, y menos si en tal cifra se comprendía un largo viaje, fuera de España, de varias horas de duración".
No obstante, la sala considera que existe "un solo delito de agresión sexual", mientras que fiscalía y acusación hablaban en su acusación de un delito continuado de agresión sexual.
