El ourensano Alfredo G.V. fue condenado a dos años de prisión por un delito de atentado a agentes de la autoridad. La fiscal precisó que "en el momento de los hechos el encausado había consumido marihuana en grandes cantidades, por lo que tenía sus facultades intelectivas y volitivas seriamente alteradas".
Los hechos se remontan a las 15,00 horas del 14 de junio de 2019, cuando Alfredo G.V. conducía su vehículo a la altura del Barrio de Covadonga, agentes del Cuerpo Nacional de Policía le mandaron parar al observar una conducción irregular, pero el acusado no acató la orden y huyó del lugar dando un acelerón.
Los agentes lograron alcanzarle en la calle Valdegola tras una persecución, y entonces el acusado embistió el vehículo policial obligando al agente que lo conducía a dar un volantazo para evitar la colisión. Todos los hechos por los que se le formuló acusación fueron reconocidos en el juicio por Alfredo G.V.
En consecuencia, el ministerio fiscal solicitó penas de seis meses de prisión por desobediencia a agentes de la autoridad y tres años y seis meses por un delito de atentado a agentes de la autoridad con instrumento peligroso.
El encausado mostró conformidad con la condena de dos años de prisión, y su abogado solicitó la suspensión de la pena al no superar el límite de dos años para ampararse en el artículo 80.2 del Código Penal, cumpliendo también los requisitos de que el condenado haya delinquido por primera vez y que se hayan satisfecho las responsabilidades civiles.
Este beneficio le fue concedido a Alfredo G.V., aunque será anulado en caso de cometer un nuevo delito durante el plazo de suspensión, supuesto en el cual se ejecutaría la pena impuesta de dos años de prisión.
