El Concello solicita ampliar a 25 el cupo para retirar la cartelería ilegal, limpiar grafitis de las paredes y cuidar y desbrozar áreas degradadas
El Concello de Ourense ha solicitado a Instituciones Penitenciarias un aumento en el cupo de personas que cumplen en departamentos municipales sus condenas a trabajos en beneficio de la comunidad. Pretende que este incremento de recursos -de las 15 plazas actuales hasta 25- permita cumplir a las concellerías de Servizos Xerais y de Benestar Social una de las promesas electorales de Jesús Vázquez en la campaña de mayo: la de "hacer de Ourense una ciudad integradora", según recordó ayer Jorge Pumar, el titular de Servizos Xerais.
Pumar y Sofía Godoy, concelleira de Benestar, se reunieron por la mañana con el subdelegado del Gobierno, Roberto Castro, y el director del Centro Penitenciario de Pereiro de Aguiar, José Ángel Vázquez, para ese fin.
Del responsable de la prisión provincial depende el control del cumplimiento de las condenas a trabajos comunitarios y la distribución de los castigados entre diversos organismos -fundamentalmente, Cruz Roja, oenegés y concellos-.
Según un convenio que entró en vigor en 2010, al Concello de Ourense le corresponden un cupo de 15 personas -que van rotando en cuanto completan sus penas-.
"Hai boa disposición dende o Goberno ante a demanda do Concello de Ourense para reforzar este convenio", explicó Roberto Castro. "No han visto inconveniente y creo que este mismo mes ya podríamos contar con el nuevo cupo para empezar a organizar el trabajo", dijo Jorge Pumar.
El concelleiro recordó que hasta ahora, con el cupo de 15 personas, el Concello de Ourense no podía plantearse mantener brigadas estables compuestas por personal propio junto con personas que realizan trabajaos comunitarios. La intención es que con el nuevo cupo se puedan organizar las brigadas de tal modo que no sólo se atiendan a necesidades como el cuidado de parques y jardines, la restauración de áreas degradadas o labores de mantenimiento en dependencias municipales -que son las áreas en las que se estaba ocupando a este tipo de trabajadores-, sino que se puedan añadir desarrollar otros servicios.
"Las prioridades serían la limpieza de grafitis y la retirada de publicidad ilegal", avanzó ayer Pumar, "aunque también, si disponemos de más gente, podría acometer labores de apoyo a programas sociales, como el hogar del transeúnte o actividades juveniles".
Pumar insistió en que aunque el concello no remunera a estos trabajadores ni les ofrece ningún tipo de formación reglada, si se compromete de algún modo con ellos pues "los equipa con el vestuario que dertemina la legislación sobre riesgos laborales".
En lo que va de año, 16personas han completado sus horas de trabajos para la comunidad en departamentos municipales. Quienes prestan estos servicios deben cumplir entre cuatro y 15 días de trabajo si se toma como referencia la jornada de ocho horas.
