Tráfico también interceptó a un vehículo de alta gama que circulaba a 156 en un tramo de 60 km/h
El vehículo no estaba realizando ningún traslado sanitario y la Guardia Civil del Destacamento de Tráfico de Verín lo paró en la madruga de ayer, a la altura del kilómetro 181, que coinciden la salida de la vía de alta capacidad hacia la localidad de Viladerrei (Trasmiras).
Los agentes realizaron al conductor el test de alcohol y drogas, dando un resultado positivo en el este último. Además, la patrulla comprobó, según dio a conocer la Subdelegación del Gobierno, que el conductor no reunía todos los requisitos que le habilitan legalmente para la conducción de vehículos a motor.
Los agentes le pidieron que se bajara del vehículo, que fue estacionado en el arcén de la autovía, debidamente señalizado para evitar un posible accidente, hasta que se hizo cargo de él otra persona ligada a la misma empresa de ambulancias.
El conductor, tal y como contempla la actual legislación viaria, perderá seis puntos del carné de conducir y se enfrentará a una sanción de 1.000 euros ya que conducía bajo los efectos de las drogas. Al no tener en vigor el permiso de conducir, tendrá que abonar otra sanción, según la Subdelegación del Gobierno.
Los agentes interceptaron al vehículo en un control establecido dentro de la campaña de alcoholemia y drogas llevada a cabo por la Dirección General de Tráfico entre el 12 y el 15 de agosto con motivo del puente de la Asunción y que coincide también con los controles masivos de velocidad durante la operación salida del fin de semana. Era el primer control que realizaban los agentes dentro de citado dispositivo y se muestran satisfechos dada la peligrosidad que representaba el conductor en la vía para el resto de automovilistas.
A 156 kilómetros hora
Agentes de Tráfico interceptaron ayer a un vecino de Lugo, E.C.C de 40 años, que circulaba con su vehículo marca Porsche Cayenne a 156 kilómetros por hora en un tramo establecido a 60 de la N-540 a su paso por A Peroxa. Este exceso de velocidad constituye un delito contra la seguridad vial y puede acarrear una pena de 3 a 6 meses de cárcel, o multa de 6 a 12 meses, y la retirada del permiso durante un año.
