La Policía Nacional considera responsable a Cristian R.F. de la mayor parte de robos en los comercios
La Policía Nacional lo tiene en el punto de mira y le sigue la pista siempre que hay un repunte de robos nocturnos en negocios urbanos. Su particular forma de proceder y las heridas en sus manos le han delatado en más de una ocasión. Según aseguran fuentes de la Policía Nacional, "fuerza la persiana del establecimiento comercial apoyando la espalda y emplea las manos para extraerla de las guías o del cierre del suelo".
Los responsables de la Comisaría de As Lagoas no tienen reparos en reconocer que, cada vez que ingresa en prisión, los robos en comercios de la ciudad descienden. Ocurrió este mismo verano. Y por esta razón hasta el propio comisario, Antonio Álvarez Valencia, aludió a él de forma velada en el discurso de la fiesta del patrón, los Ángeles Custodios.
El joven Cristian R.F., de 27 años, con más de 20 detenciones a sus espaldas y adicción a las drogas, tenía ayer una cita en el Juzgado de lo Penal 2 para ser juzgado por una de las varias causas abiertas por robos continuados con fuerza en las cosas que tiene pendientes. Pero plantó la vista oral, que también se seguía contra Luis-Alejandro C.S. por un delito de receptación. Aún así, el juicio se celebró igual porque la pena solicitada por el fiscal era inferior a dos años.
En el procedimiento enjuiciado ayer, se le acusa de nueve sustracciones, todas ellas perpetradas en cinco días: el 2, 15 y 30 de octubre así como el 13 y 21 de noviembre.
En este periplo delictivo se apoderó, dijo el fiscal, del dinero de las cajas registradoras de las empresas pero también tres televisores, ordenadores, material de una clínica dental, ropa de deporte, una consola, altavoces y hasta un mando de una puerta. Los negocios asaltados, entre otros, fueron un bar, una tienda de recambios del automóvil, un laboratorio dental, un negocio textil, el interior de un vehículos y una bodega, casi todos en los barrios de A Ponte y O Vinteún.
Receptación
La televisión robada en un bar de la avenida de As Caldas el 15 de octubre le fue vendido por un hermanno de Cristian R.F. al otro inculpado en esta causa, Luis Alejandro C.S., quien, según el fiscal, conocía el origen ilícito del aparato por su bajo coste (200 euros). Este último, sin embargo, lo negó.
El ministerio fiscal pidió ayer un año y ocho meses para el principal encausado así como seis meses de prisión para Luis Alejandro por un delito de receptación. n
