CAFÉ DE REDACCIÓN

Consenso social para erradicar el botellón, un problema “muy grave"

Desde octubre se registraron dos intoxicaciones severas de adolescentes ourensanos; una había sido agredida sexualmente

La consigna parece clara: hay que prohibir el botellón. Los agentes implicados en la lucha contra la lacra del consumo de alcohol no dudan. Otro cantar es que la prohibición sirva para frenar el alcoholicidio, y ahí entra el papel de las familias y la educación. Los participantes en el Café de Redacción de La Región llegaron a conclusiones claras y con ideas.

"Tenemos propuestas. La ciudad no quiere que la gente beba en la calle", dice la concejala de Sanidad, Sofía Godoy, que insiste en la necesidad de aprobar la ordenanza antibotellón: "Hay que legislar y poner normas para atajarlo". No ve tan claro el tema de seguir legislando el profesor Manuel Isorna, técnico de prevención de conductas adictivas y profesor del Campus: "Xa hai moito lexislado, o que hai que facer é que se cumpra a lei. Beber na rúa xa só polos problemas de orde pública que causa está prohibido. A Fiscalía de Menores sabe cando vai haber botellón e que vai haber menores. E que fai?".

"Hay que prohibir. Se cerró la Alameda para hacer botellón y los chavales se trasladaron a otro sitio", sostiene la representante de la asociación de vecinos Centro, Patricia Santamaría, quien también apunta a la responsabilidad paterna: "No vale de nada decirles que no beban si después les damos mal ejemplo".

El conflicto está sobre la mesa, hay una ordenanza para prohibirlo, pero cada fin de semana y ahora con las fiestas de Navidad más, las calles de Ourense vuelven a ser un hervidero de fiestas etílicas. "Os datos son demoledores. Ás veces non sei como explicarlle a pais e políticos o duro que é o alcol", recuerda Isorna.

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Fallos y dudas


"Es un problema grave, no es fácil de abordar. Es un problema social, educacional. Estamos fallando los padres, estamos criando irresponsables", asegura Ángeles Vázquez, secretaria de la federación de las asociaciones de padres y madres FAPA Ourense. Vázquez dice ser consciente de que la prohibición "a veces genera el efecto contrario, pero si no prohibimos no sabemos cómo abordar este problema". También aclara que hay que prohibir para "evitar malos hábitos" y no para "favorecer a los locales de turno" y plantea una duda: "Si lo prohibimos y después se esconden y si les pasa algo no sabremos dónde están".

En lo que va de año, la Policía Local ha abierto 32 expedientes por consumo de alcohol en la vía pública, menos que los 49 de 2017, cuando todavía se permitía beber en la Alameda. La cifra es baja y no refleja la realidad, "pero es que no se puede multar a los adultos que hacen botellón mientras no se apruebe la ordenanza", recuerda Godoy.


Competencias


La competencia para regular el botellón depende de la Administración Local, y cambiar eso también es una de las opciones propuestas. "Tiene que haber una ley nacional que lo prohíba. No podemos prohibirlo aquí y en Pontevedra no. Los jóvenes acabarán yendo a otro sitio", explica el jefe de Urgencias del Complexo Hospitalario de Ourense (CHUO), Francisco Aramburu. Ahí coincide con Isorna: "Se van a outra cidade en coche, as consecuencias aínda poden ser peores".

Aramburu transmite la visión desde las Urgencias del CHUO, donde reciben casos de jóvenes y menores intoxicados por alcohol. "Las cifras en Ourense no están fuera de la casuística a nivel español, pero es una realidad. En los últimos tres meses tuvimos dos intoxicaciones etílicas muy graves, de jóvenes de 16 años . Hace un mes y medio, un varón acabó en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) y hace tres meses una mujer con intoxicación etílica grave y agresión sexual".


Padres pasotas


Un punto clave, y que recalca Aramburu, es que cuando los padres van a recoger a hijos intoxicados "no hay un reproche muy excesivo al respecto". Es más, "a veces les llamas a las 4 de la mañana y ni siquiera se dan prisa en venir y vienen cinco horas después".

Y hay un problema de comunicación. "Non pode entrar en Urxencias un menor e saír pola porta e que non pase nada, teñen que sabelo no colexio e no centro de saúde", dice Isorna. Aramburu confirma que eso todavía no ocurre.

Las mezclas son además el ingrediente extra procedente del botellón. "En el laboratorio observamos no solo alcohol, sino cannabis o cocaína. Y en mayores de 20 años también opiáceos", indica Aramburu. Además, aclara que la mayor parte de intoxicaciones proceden del denominado "binge drinking", la moda de beber en tres horas diez copas. "El efecto puede ser mortal, no se pueden beber cinco copas por hora", insiste el jefe de Urgencias.

Ahí está una de las claves. "Ata agora afrontábase o botellón como un problema de orde pública, pero nunca se mirou desde a óptica da saúde pública", apunta Isorna. Por ahí hay que atacar, y Godoy señala que en el Concello lo tiene claro: "Hay que erradicarlos".


Compra de alcohol


¿Y la compra del alcohol por los menores? "He visto cómo un mayor de edad le compraba la bebida a un grupo de menores. Hay que atacar ahí", desliza Santamaría. Isorna también incide en ese punto: "A Policía ten que mirar quen lles compra a bebida. Hai leis que cumprir".

"Tenemos una sociedad enferma", señala Benito Bouzada. Lo corrobora Vázquez: "Sin alcohol no hay diversión, es el primer fallo grave. Hay que explicarles lo malo de eso, es nefasto". Bouzada añade: "Si se interiorizó lo del tabaco, se interiorizará esto. Eso sí, tiene que haber alternativas de ocio". Alternativas sí, pero Aramburu puntualiza: "Un menor no tiene que estar en la calle de noche". 


Las soluciones: Islandia, nuevos mensajes y tasas por graduación


¿Cuáles son las soluciones? Sobre la mesa se plantearon muchas medidas. Una de ellas, sugerida por Isorna, aparentemente sencilla: que los impuestos suban en función de la graduación de las bebidas. "O prezo é ridículo, e vese nos restos de botellón, a metade das botellas quedan mediadas", dice Isorna. Aramburu le congratula por la idea, que le parece "para nada descabellada", al igual que Bouzada. Sin embargo, no lo ven factible. "Hay intereses económicos", subraya este último. En este sentido se pronuncia también Isorna: "Desde Bruxelas non fan nada, os alemáns son  moi fortes e a industria da cervexa ten moita forza. Son moi escéptico de que fagan algo desde a Unión Europea". Este experto apuesta por seguir el modelo islandés, que Godoy

aprueba, al igual que los demás. En él, además de la formación, se habla de toque de queda. Isorna dice que "un neno non fai nada ás 4 da mañá pola rúa", al igual que Aramburu, que dice que "los menores deben estar a las noches en casa". 

Hay que evitar, según Vázquez, los "mensajes contradictorios" de los padres: "No les transmitimos el mensaje correcto". Y ejemplifica: "En las bodas se ofrece barra libre y hasta en las comuniones se dan botellitas de vodka de regalo". 

Desde el Concello de Ourense, Godoy quiere que los padres se "impliquen" y que no quede todo en "multas", por eso les obligarán a participar en la Escuela de Nais e Pais. Afirma que ya se está haciendo seguimiento en las redes sociales de las ofertas que hacen los  pubs y avanza que ya hay "95 proyectos de ocio joven" que estarán en unos meses listas para ofrecer como "alternativa" al botellón en los fines de semana.

Por último, Sofía Godoy apuesta por importar fiestas de "mindful drinking" al estilo americano, con bebidas no alcohólicas.  

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