El nuevo aparato está ya instalado en pruebas y registra cada entrada y salida del empleado

Control digital para evitar el absentismo en la Diputación

Un funcionario ficha con su dedo la entrada al Pazo provincial. (Foto: M. ANGEL)
Los funcionarios de la Diputación tendrán que cumplir su horario laboral cuando el nuevo sistema de fichaje a través de la huella digital, instalado a la entrada de supuesto de trabajo, entre realmente en vigor, a partir del 1 de enero de 2014. Desde ayer, el aparato que registra el inicio y el final de la jornada laboral, así como salidas y entradas intermedias, funciona ya a la entrada del Pazo provincial y de otros edificios dependientes de la institución está en fase de pruebas y así seguirá hasta final de año.
Una instrucción del presidente de la institución, Manuel Baltar, firmada el 26 de septiembre y ahora en el negociado de la mesa general de negociación de la Diputación, reconoce que pretende 'potenciar os instrumentos de control do absentismo laboral', adoptando medidas que permitan seguirlo y sancionarlo, en su caso. Porque el servicio de Recursos Humanos de la institución exigirá la justificación oportuna de todas las ausencias -pues el trabajador deberá fichar siempre que entre y salga de su lugar de trabajo- y no autorizará, dentro de la jornada laboral, las faltas para asuntos que puedan realizarse fuera de la jornada de trabajo. Si hay salida, pero justificada, el funcionario deberá después recuperar el tiempo que estuvo fuera por la tarde (si su horario laboral es de mañana) o por la mañana (si su jornada es vespertina).

La instrucción del presidente también advierte de que la parte de la jornada no realizada sin causa justificada supondrá 'a dedución proporcional de haberes', dentro de los tres meses siguientes a la ausencia.

Para efectuar el seguimiento y comprobar que los funcionarios cumplen con su horario, el servicio de Recursos Humanos remitirá mensualmente a la mesa general de negociación información sistemática sobre el cumplimiento de las jornadas y horarios de trabajo, así como sobre los niveles de absentismo de los empleados públicos provinciales. También dará cuenta cada mes de los posibles descuentos en las nóminas de los trabajadores que no cumplan su jornada laboral.

El control llega a registrar las ausencias, las faltas de puntualidad y de permanencia del personal en su puesto, cualquiera que sea la causa, y todo quedará registrado en el sistema de control digital horario que debe existir en cada centro de trabajo.

Para ello, la norma del presidente define claramente cuál es el horario del trabajador, variable en función del servicio al que pertenece; pero, en cualquier caso, la jornada laboral semanal será de 37 horas y media; o lo que es lo mismo, 1.664 horas al año. Eso sí, se establece un margen de flexibilidad, a la entrada y salida, de 45 minutos.

La norma general cambia durante , por ejemplo, las fiestas mayores de la ciudad, cuando la jornada será de 9 a 13.00 horas; y habrá horarios específicos para personal de servicios que no pueden someterse al horario general de 7.45 a 15.15 horas; es el caso de trabajadores del Teatro Principal, Pazo dos Deportes, Centro Cultural, granjas o parque móvil, con peculiaridades diferentes al resto.

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