OURENSE NO TEMPO

De copas y otras movidas

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photo_camera El Patio Andaluz, local donde reinaba Manolo.

La Bilbaína, El Moderno, La Sala Auria, Café Club, Mr. Flin Tamanaco, Long Play, etc., etc. son “míticos” locales que a lo largo del tiempo han acompañado a generaciones de ourensanos en sus momentos de diversión

La Bilbaína, El Moderno, La Sala Auria, Café Club, Mr. Flin Tamanaco, Long Play, etc., etc. son “míticos” locales que a lo largo del tiempo han acompañado a generaciones de ourensanos en sus momentos de diversión y en la mayoría de los casos fueron fieles guardianes de secretos más o menos inconfesables.

La gente de mi generación, nacidos en los 60 (creo que coincidiréis conmigo), puede presumir de que vivimos la etapa del despegue en cuanto a la democratización de la noche: de ser cuatro las aves nocturnas que salían con frecuencia, a ser frecuentes los que salían hasta las cuatro. Eso conllevo la proliferación de salas, y de las dos o tres de moda en los 50 y 60, se paso a las diez o doce de moda en los 80, 90.

En su día se me ocurrió la peregrina idea de intentar averiguar cuál fue el primer local de copas en abrirse en los vinos, misión imposible sin acudir a los archivos municipales. Cada ourensano tiene sus propios recuerdos, y dadas las horas en que acudíamos a aquellos “abrevaderos” (dicho sea con todo el respeto), la fiabilidad de los relatos es cuando menos “dudosa”.

El pionero para muchos fue El Violeta (alguno lo recordará por su segundo nombre: Elephas, en Capitán Cortes), local con filosofía propia. El tema negocio era secundario; conversación, copas, desfase, tú decidías cuál era tu rollo. De los primeros también fue el Charol, (reyes de la noche en los 80, junto al Irán, pero eso son apreciaciones y vivencias personales). Me cuentan mis amigos que en aquellos años la Melitona (después River´s) acogía elementos de similar categoría (yo no la recuerdo), y siempre quedaba la opción de La Paca, Bar Albino (el del crimen de la Garrafona). No queda ahí la cosa, porque algunos consideran que el privilegio de ser el primero lo ostenta el Luna, (después se llamo Black), y (no os lo perdáis) en la conversación hasta aparece el bar de la Lucita de las Aíras.

Yo por mi parte, y mientras no se defina lo que buscamos, considero que los primeros locales de música y copas de la zona vinos en el tiempo (aunque sé que más de uno no lo compartirá), fueron El Gato Negro, La Rana Verde y el Patio Andaluz. Yo y la mayoría de vosotros, como es lógico, no los conocimos en sus primeros años ya que alguno de los tres, según me informan se abrió en los treinta. Sin entrar en disquisiciones morales, me aseguran que allí de siempre se oyó música, y se tomaron copas. Con el tiempo se adaptaron a los nuevos hábitos, al Gato y la Rana nunca llegue a conocerlos, pero en el Patio aún estuve “cuatro” veces. El amigo Manolo “reinaba detrás de la barra del único"… perdón esa es otra canción.

No fue el primero, pero sí que dejo huella, El Papes, de la mano de los amigos Juan Nájera e Isaac Pereira; consiguió convertirse en un imprescindible de la noche ourensana.

Ciertamente eran tiempos de cambio, y lo que poco antes era impensable se fue convirtiendo en “moda”: música y copas en la calle se fueron imponiendo. De hecho en El Papes, sobre todo en verano, muchos de los clientes no pasábamos de la puerta. Con la ventana arreglábamos.

Otra de estas salas, fue el Rataplán, que veis en la fotografía, situado en la calle San Pedro, haciendo frontera con la actual plaza de Los Suaves. Bajo la batuta de Robert era visita obligada en las horas del atardecer ourensano y desde luego por la noche. Buena gente, buena música y buenas copas.

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