Copasa selló ayer el contrato que marcará un nuevo hito en su expansión. La constructora ourensana ejecutará casi el 11% del macrocontrato de la línea de alta velocidad Medina-La Meca, que asciende a 6.736 millones de euros y representa uno de los retos más ambiciosos del mundo en la construcción de este tipo de infraestructuras.
El contrato del 'Haramain High Speed Rail' (haramain significa en árabe dos lugares santos) fue adjudicado por la Saudí Railways Organization (SRO) el pasado mes de octubre y se ratificó ayer en Riad. Incluye el montaje de la línea ferroviaria, además de la instalación de los sistemas de señalización y telecomunicaciones, la electrificación y el centro de operaciones y control, así como el mantenimiento integral durante un período de 12 años (además de la fabricación de 35 trenes). Se trata de trabajos de gran complejidad que requerirán soluciones específicas para este 'AVE del desierto'.
A la firma del convenio acudieron, en representación española, los ministros de Fomento y Asuntos Exteriores de España, Ana Pastor y José Manuel García-Margallo, mientras que por parte del país anfitrión participaron el príncipe Abdul Aziz bin Mishaal bin Abdul Aziz y los ministros de Hacienda y Transportes, Ibrahim Al-Assaf y Jabara bin Eid Alsuraiseri. También estuvieron representantes de las 12 compañías españolas que integran el consorcio que ejecutará la obra: las públicas Adif, Renfe e Ineco, y las privadas OHL, Indra, Cobra (ACS), Consultrans, Copasa, Imathia, Dimetronic, Inabensa y Talgo (que representan el 88% del total, mientras el 12% restante corresponde a las dos firmas locales con las que se asociaron, Al Shoula y Al Rosan). En representación de la constructora ourensana, asistió al acto su presidente, José Luis Suárez.
La ejecución del 11% de la obra adjudicada se corresponde con una asignación total de 639,10 millones de euros, correspondientes a su participación en las dos fases del contrato: la construcción de la línea y el mantenimiento durante 12 años.
De este modo, la compañía ourensana ocupa el primer puesto entre las empresas privadas que participan en el consorcio y la segunda entre el total de integrantes (después de la pública Talgo). La constructora ourensana se sitúa así por delante de otras reconocidas firmas españolas, como OHL (a la que corresponden 586,2 millones) o Imathia (208,9 millones).
Con este contrato, la compañía ourensana avanza en su expansión internacional y, de hecho, el mercado exterior supone más de un 11% de su facturación total.
Instalación de la vía y 12 años de mantenimiento
Copasa ejecutará dos tipos de trabajos en este 'AVE del desierto'. Por una parte, participará en el suministro de materiales para la vía (balasto, traviesas y carril) y en su colocación, así como en la construcción de las cinco bases de montaje (en las que se realiza el acopio de material para luego distribuir a cada punto de la vía). Incluye, asimismo, la construcción de talleres, depósitos, edificios técnicos y centros de mantenimiento en diferentes puntos del trazado. En concreto, ejecutará el 40% del total de estos trabajos, mientras el resto corresponde a OHL e Imathia. Por otra parte, la empresa se encargará del mantenimiento de la vía por un periodo de 12 años, asumiendo el 70% de las labores necesarias para la conservación. El mantenimiento de vía se realizará principalmente por la noche. Las bases y los equipos estarán estratégicamente situados para facilitar el acceso a la línea.
Apuesta por el I+D para afrontar obras complejas
'Nuestra capacidad tecnológica e innovadora y nuestra alta especialización nos permiten afrontar obras en toda la escala de complejidad y dificultades técnicas amplia experiencia en el sector ferroviario'. Así se expresaba el presidente de Copasa, José Luis Suárez, al presentar el informe de actividad de la compañía en 2010. De hecho, la firma efectuó una importante apuesta por la innovación. Dispone de un moderno parque de maquinaria y desarrolla tecnología puntera para poder afrontar obras de cualquier complejidad. Además, tiene una importante experiencia en la alta velocidad ferroviaria, tanto en la construcción de la infraestructura como en el montaje de vía, y , ha estado presente en la construcción de todos los nuevos ejes de alta velocidad en España en los últimos años, entre ellos la línea Santiago-Ourense. El grupo cerró 2010 con una facturación de 540 millones de euros.
A la firma del convenio acudieron, en representación española, los ministros de Fomento y Asuntos Exteriores de España, Ana Pastor y José Manuel García-Margallo, mientras que por parte del país anfitrión participaron el príncipe Abdul Aziz bin Mishaal bin Abdul Aziz y los ministros de Hacienda y Transportes, Ibrahim Al-Assaf y Jabara bin Eid Alsuraiseri. También estuvieron representantes de las 12 compañías españolas que integran el consorcio que ejecutará la obra: las públicas Adif, Renfe e Ineco, y las privadas OHL, Indra, Cobra (ACS), Consultrans, Copasa, Imathia, Dimetronic, Inabensa y Talgo (que representan el 88% del total, mientras el 12% restante corresponde a las dos firmas locales con las que se asociaron, Al Shoula y Al Rosan). En representación de la constructora ourensana, asistió al acto su presidente, José Luis Suárez.
La ejecución del 11% de la obra adjudicada se corresponde con una asignación total de 639,10 millones de euros, correspondientes a su participación en las dos fases del contrato: la construcción de la línea y el mantenimiento durante 12 años.
De este modo, la compañía ourensana ocupa el primer puesto entre las empresas privadas que participan en el consorcio y la segunda entre el total de integrantes (después de la pública Talgo). La constructora ourensana se sitúa así por delante de otras reconocidas firmas españolas, como OHL (a la que corresponden 586,2 millones) o Imathia (208,9 millones).
Con este contrato, la compañía ourensana avanza en su expansión internacional y, de hecho, el mercado exterior supone más de un 11% de su facturación total.
Instalación de la vía y 12 años de mantenimiento
Copasa ejecutará dos tipos de trabajos en este 'AVE del desierto'. Por una parte, participará en el suministro de materiales para la vía (balasto, traviesas y carril) y en su colocación, así como en la construcción de las cinco bases de montaje (en las que se realiza el acopio de material para luego distribuir a cada punto de la vía). Incluye, asimismo, la construcción de talleres, depósitos, edificios técnicos y centros de mantenimiento en diferentes puntos del trazado. En concreto, ejecutará el 40% del total de estos trabajos, mientras el resto corresponde a OHL e Imathia. Por otra parte, la empresa se encargará del mantenimiento de la vía por un periodo de 12 años, asumiendo el 70% de las labores necesarias para la conservación. El mantenimiento de vía se realizará principalmente por la noche. Las bases y los equipos estarán estratégicamente situados para facilitar el acceso a la línea.
Apuesta por el I+D para afrontar obras complejas
'Nuestra capacidad tecnológica e innovadora y nuestra alta especialización nos permiten afrontar obras en toda la escala de complejidad y dificultades técnicas amplia experiencia en el sector ferroviario'. Así se expresaba el presidente de Copasa, José Luis Suárez, al presentar el informe de actividad de la compañía en 2010. De hecho, la firma efectuó una importante apuesta por la innovación. Dispone de un moderno parque de maquinaria y desarrolla tecnología puntera para poder afrontar obras de cualquier complejidad. Además, tiene una importante experiencia en la alta velocidad ferroviaria, tanto en la construcción de la infraestructura como en el montaje de vía, y , ha estado presente en la construcción de todos los nuevos ejes de alta velocidad en España en los últimos años, entre ellos la línea Santiago-Ourense. El grupo cerró 2010 con una facturación de 540 millones de euros.
