La nueva regulación prevista amenaza la supervivencia de las instalaciones, dice el grupo

Coren teme el cambio legal para las plantas de purines

Instalaciones de Coren de fabricación de piensos en el Polígono de San Cibrao das Viñas. (Foto: ARCHIVO)
El grupo Coren ha mostrado su preocupación por la reforma del sector eléctrico en España, que prevé recortar la retribución a las plantas de reciclado de residuos ganaderos que producen energía, medida que, en su caso, afecta al Centro tecnológico medioambiental de Sarreaus, en la comarca de A Limia. Se trata, dice, de la única planta de este tipo que existe en Galicia.
Ocurre que la reforma en la tramitación equipara las plantas de tratamiento de purines con la cogeneración convencional, sin tener en cuenta el papel fundamental que desempeñan para la adecuada gestión de residuos ganaderos en zonas de alta densidad de granjas. Además, las primas que reciben se deben a la elevada inversión que requieren estas instalaciones en comparación con las de cogeneración convencional.

Este tipo de plantas, señala Coren, representa el sistema más sostenible y respetuoso con el medio ambiente para gestionar los residuos ganaderos, pero el recorte de las retribuciones abocaría al cierre a las 29 existentes en España. En el caso de Galicia, supondría un grave perjuicio para los ganaderos de la comarca de A Limia y su entorno, que se verían en la difícil tesitura de tener que buscar alternativas para la gestión de los residuos.

El Centro tecnológico medioambiental de Coren es una de las plantas más modernas de tratamiento de purines. Funciona de forma ininterrumpida durante las 24 horas de los 365 días al año, y procesa 110.000 toneladas de residuos ganaderos, que son transformados en abono orgánico rico en nutrientes e idóneo para uso agrícola.

La planta fue construida con innovadora tecnología -similar a la de países como Italia, Dinamarca y Holanda-, que permite generar energía térmica para el secado de purines. El complejo también cuenta con un centro de depuración, del que el agua sale completamente limpia.

Este centro, que supuso una inversión para el grupo empresarial ourensano de 25 millones de euros, es muestra, dice, del compromiso responsable de Coren para compatibilizar su crecimiento con el más absoluto respeto al medio ambiente.

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