Juico del Alvia

Cortabitarte culpa al maquinista del Alvia: "Estamos aquí por 4 segundos"

El ex alto cargo de Adif declaró como imputado y sostuvo que “un conductor de autobús no hablaría por teléfono por Despeñaperros”

Andrés Cortabitarte López, el exdirectivo de Adif imputado por el descarrilamiento del Alvia en Angrois, en el que murieron 80 personas y 145 resultaron heridas de diversa consideración, necesitó un botellín y medio de agua mineral para responder durante casi tres horas a las preguntas que le formuló el fiscal Mario Piñeiro y su abogado, Ignacio Sánchez, durante el interrogatorio como acusado en el juicio del Alvia. Rehusó contestar al resto de partes en la tercera sesión de la vista que oral que ayer se celebró en la Cidade da Cultura. No perdió la compostura, aunque se le vio nervioso, tampoco enseñó la garra e ilustró sus descargos con muchos números, pero sin palabras de consuelo dirigidas a los perjudicados. Pese a que se le puso la voz ronca, tal como admitió, de tanta explicación, no convenció a las víctimas. Los presentes en el edificio CINC lo volvieron a abuchear a la salida -“mentiroso”, “estómago agradecido”, “chulo de mierda”, entre otros descalificativos-.

“LO QUE HIZO GARZÓN ES ILEGAL”

El exdirector de Seguridad en la Circulación responsabilizó por completo al maquinista del convoy, Francisco Garzón Amo, quien ayer no asistió tras la autorización dada por la jueza del Penal 2 de Santiago el primer día del juicio de que pudieran ausentarse los encausados tras declarar, del trágico desenlace por circular a 195 km/hora en vez de a 80 al llegar a Angrois, que, por cierto, según trascendió ayer, tiene categoría de estación sin parada.

“Es impensable que alguien en el sitio más importante de una línea le diga al tren que estoy bien; estoy engañando a la máquina, accionando el hombre muerto en ocho ocasiones, cuando estoy distrayéndome por teléfono (…); una conversación de 100 segundos en el punto más importante de la línea, de algo que iba a ser hora y media después”, aseguró. Y hasta trasladó esa reflexión al conductor de un autobús que circula por Despeñaperros despistado o el piloto de un avión cuando toma pista para aterrizar. “Eso no puede hacerlo, es ilegal; si cuatro segundos antes frena no estamos aquí”, manifestó.

LA CURVA, “UNA DE MUCHAS”

Pero al tiempo que singularizaba la bifurcación de A Grandeira, a tres kilómetros de Santiago, porque exigía ir con todos los sentidos activados, hubo momentos en los que restó importancia a la susodicha curva, “un punto complejo y difícil”, según le recordó el fiscal. Una de muchas, para Cortabitarte: “En España tenemos 1.800 con esas características o peores”. Y siguió con datos: 364 puntos los que se “identificaron” después del accidente en la red con “cambios significativos de velocidad”, de los que 48 son en la alta velocidad. “Pues he de decir a este tribunal que en los últimos 30 años en estos cambios significativos no hemos tenido nunca ningún accidente”, remachó. Además, recordó, estaba diseñada con un margen de seguridad que permitía enfilar la curva al doble de la limitación, es decir, a 160 km/h. “La infraestructura tiene un margen generoso”, valoró.

LOS RIESGOS EN LA SEGURIDAD

El ingeniero, para quien Adif es “la casa” en la que está desde hace 40 años, echó balones fuera a la hora de asumir el potencial agujero de seguridad que había en la línea 082 (Ourense-Santiago) al llegar al barrio de Angrois. Precisamente, el juez instructor lo sentó en el banquillo al entender que no cumplió con las atribuciones de su cargo a la hora de valorar los riesgos inherentes a la circulación de trenes, “generando y tolerando una situación de riesgo”. 

“¿Era correcta la señalización de la línea?”, preguntó el fiscal.

“Sin lugar a dudas”, respondió el exdirectivo. Más tarde incluso llegó a dar un porcentaje: “Segura al 100%”.

LAS BALIZAS

Cortabitarte López mantuvo que se cumplía la normativa del año 2011 cuando se inauguró la línea (tras el accidente de Angrois se cambió), por lo que no se precisaba la baliza que después se instaló.  Si en aquel momento -apostilló-,  hubiera dado orden para poner una baliza, “hubiera incumplido el reglamento general de circulación”.

CERTIFICADO

El ex alto cargo de Adif, aseguró, no tenía como cometido “la evaluación y análisis de riesgos”, matizando que su misión se limitó al cumplimiento de la normativa Cenelec (norma europea UNE-50126). Su responsabilidad la circunscribió al subsistema de control, mando y señalización. Y ahí, según él, no entraban las curvas, sino garantizar que el funcionamiento de los aparatos era “correcto o no”.

Aunque la nomenclatura le haga aparecer “como el amo de la explotación de la casa” -la seguridad-, sus cometidos consistían en supervisar elementos como los ordenadores, las balizas, las señales, los detectores de desprendimientos y otros de carácter electrónico, los que conforman “el subsistema de control, mando y señalización”.

“No vamos a encontrar en el Adif una única persona con el certificado definitivo”, enfatizó.  Uno más “entre los cuatro, seis ocho” que se emiten en la puesta en servicio de la línea.

LA CONSTRUCTORA E INECO

Durante su declaración, el inculpado señaló a la unión temporal de empresas (UTE) que intervino en la construcción y al evaluador independiente, Ineco, que hizo otro análisis de riesgos. “Que la UTE elabore el dossier de seguridad y luego haya una evaluación independiente no significa que ustedes tengan que aceptar eso sin más”, le reprochó el fiscal, para atribuirle una “actuación pasiva”.
“Nosotros no vamos a evaluar al evaluado”, contestó el ingeniero.

DESCONEXIÓN DEL ERTMS

Restó importancia a la desconexión del ERTMS embarcado que él autorizó el 24 de junio de 2012  (el sistema de gestión y control de trenes europeo que frena al detectar excesos de velocidad), porque también se podía circular con ASFA (acrónimo de Aviso de Señales y Frenado automático). El fiscal le recordó que en ese momento el ASFA no estaba implementado con la baliza que podía frenar al convoy en la curva.

Plaza en avión con overbooking y una gripe a destiempo
  • El maquinista imputado no asistió, no estaba obligado, pero, además, “tiene gripe”, según su abogado.
  • El cotilleo entre letrados llegados desde Madrid: Cortabirate tuvo plaza en un avión al mediodía del jueves día 6 pese a que había overbooking. Ese día fue cuando aplazó su comparecencia porque estaba afectado por el “cachete” de una víctima el primer día del juicio. 
  • Jesús Domínguez, portavoz de la Plataforma de Víctimas y residente en Madrid, hizo noche en Ourense. Tuvo cama en la casa del productor Aior Rei, el autor del documental sobre lo sucedido en Angrois.
  • Los más madrugadores llegan al CINC de la Cidade da Cultura a las 06.30 de la mañana, según un guardia de seguridad. Son periodistas con unidades móviles.

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