La "prueba" de cerrar las calles más céntricas de la ciudad al tráfico no salió bien. La jornada de ayer, enmarcada en la Semana da Mobilidade, fue caótica en las vías del centro urbano, con retenciones y complicaciones de tráfico durante la mañana derivados de la falta de planificación.
La previsión del cierre del paso a los vehículos en las calles Curros Enríquez (en el tramo comprendido entre el Paseo y la avenida de La Habana) y Concello, (frente a la Subdelegación de Gobierno y el Instituto Nacional de Seguridad Social), sorprendió a conductores y peatones. Esta especie de "testeo" con cortes al tráfico estaba preparado de 9,30 a 21,30 horas, pero no pudieron cumplirse las 12 horas sin coches y hubo que reabrir vías como la avenida de la Habana en horas puntas, especialmente durante la mañana, para descongestionar el tráfico que se produjo.
Vías reabiertas
Los colapsos provocaron que la Policía Local tuviese que actuar con más refuerzos en vías como la avenida de la Habana. Entre el desconocimiento y la crispación, los ourensanos no se adaptaron a esta "prueba" cuyo objetivo es hacer una ciudad que priorice al peatón.
Juan XXIII, Progreso o Pardo de Cela fueron algunas de las vías que concentraron más tráfico de lo habitual. "Se se forman atascos demostraremos que non podemos abordar un proceso de reforma e humanización da cidade se non hai colaboración cidadá", valoró el edil de Infraestructuras, Miguel Caride.
Autobuses “eco"
Una de las propuestas de la Semana da Mobilidade que ayer se llevó a cabo es la gratuidad del transporte urbano, incluidos los autobuses y el tren termal. Sin embargo, la estampa durante el día fue la rutinaria: los usuarios habituales. En relación al transporte público, Caride señaló la idea de que el "Concello de Ourense quere que os vehículos sexan eléctricos-híbridos, que sexan o último en materia tecnolóxica". El jefe de operaciones de Avanza, la concesionaria del servicio en la ciudad, Santiago Alvarado, enseñó un prototipo de estos autobuses, que ya están funcionando en España y en Europa. Los ourensanos pudieron conocer las particularidades del vehículo, aparcado en la parada de autobuses del parque de San Lázaro. "Estos vehículos eléctricos son un ejemplo más de hacia donde avanza el transporte público, que funciona en las ciudades europeas. No genera ruidos, ni humos y la contaminazación es muy baja, generando muy poco impacto en el día a día de la ciudad", apuntó Alvarado.
"Confío na posiblidade de que poidamos desfrutar deste entorno do corazón de Ourense, incluso nun día laboral e non só en festas ou manifestacións. Compre que haxa implicación de empresas, políticos e cidadanía", señala el edil de Infraestructuras. Vitoria como ciudad "modelo" que piensa en el peatón es el ejemplo. "Queremos conseguir que de aquí en tres ou catro anos sexamos unha cidade modelo en mobilidade que queiran copiar en toda España", dice Caride. En todo caso, los ourensanos todavía son escépticos.
Los más pequeños se ponen en la piel de usuarios con alguna discapacidad
Más concienciados con la Semana da Mobilidade estuvieron los pequeños de la casa. Los escolares disfrutaron de un circuito de accesibilidad con la colaboración de la ONCE, Cogami, Discafi y Aixiña, en el que los niños se pusieron en la piel de personas con discapacidad. Con los ojos tapados, en silla de ruedas o con un bastón, los chavales conocieron cómo se sienten los usuarios con alguna discapacidad en la vía pública.
"É moi importante facer este tipo de actividades para que os rapaces se sensibilicen das dificultades dunha persoa con mobilidade reducida ou con discapacidade", apunta el delegado de la ONCE en Ourense, Jesús Sánchez. "Es importante conseguir que las personas con movilidad reducida tengan una autonomía en la ciudad y más seguridad, para todos los usuarios. En Ourense hay potencial y con tiempo y ganas se pueden conseguir cosas", añadió Sánchez, que valora positivamente la idea de los buses eléctricos, especialmente adaptados.
