Morirse tiene un precio y hacerlo en Ourense puede salir por término medio entre 3.000 y 3.500 euros. Según los datos recabados en funerarias implantadas en la provincia, lo más caro a la hora de afrontar este trance es el féretro. Uno mediano puede salir por unos 1.500 euros, de pino o roble, y su precio varía en función de las maderas utilizadas, su grosor, el tipo de rematados o el acolchado del interior. Se puede optar por una amplia gama de precios, que que llevan incluso a los 7.000 euros, y la última innovación, según pone de manifiesto Manuel Castro, del grupo Cid-Gavilanes, son los féretros forrados en piedra.
Luego se suceden una larga lista de gastos que irán incrementando la factura. El tanatorio supone 300 euros la sala; una corona de flores tiene un precio medio de 150 euros y un centro de flores oscila entre 60 y 70. La conducción cuesta 120 euros y en caso de ser necesario un segundo vehículo, para flores y transporte de personal de la funeraria, añade otros 80 euros.
Contratar un autobús para acompañar la conducción puede suponer a otros 200 euros y a ello hay que sumar los servicios religiosos, que depende de la parroquia y el número de sacerdotes que oficien, y la esquela en el periódico, cuyo precio está en función de su tamaño.
Según pone de manifiesto Manuel Castro, la crisis también está haciendo mella en este sector, que intenta salvar el temporal como puede y la empresas en los últimos años han tenido que asumir muchos costes para no subir el precio de sus servicios.
A los gastos que supone el servicio de la funeraria hay que sumar los derivados del entierro o la incineración, regulados a través de ordenanzas municipales.
De los tres cementerios que dependen del Ayuntamiento de Ourense -San Francisco, As Caldas y Santa Mariña-, sólo este último dispone de servicio de incineración y su coste actualmente es de 377 euros.
La incineración, un servicio que estaba en auge, experimentó un descenso en los últimos años. Así, en 2011 se realizaron 295, que bajarían hasta 235 en 2012 y en lo que llevamos de 2013 ascienden a 191. Entre las causas de este descenso, por un lado está que muchas empresas particulares disponen de horno e incineran en sus propias instalaciones y otra,la crisis, ya que muchas familias optan por ahorrar el coste de la incineración y aprovechan sepulturas familiares.
Por otra parte, efectuar un entierro en un nicho tiene un coste de 44 euros y la inhumación en una sepultura asciende en estos momentos a 115 euros.
Según los datos facilitados por el Ayuntamiento, el cementerio de San Francisco tiene 1.700 sepulturas, el de As Caldas 220 y el de Santa Mariña, que se amplió en 2010 con 105 sepulturas, es el que capta más actividad y dispone de 900 sepulturas, 3.830 nichos y 55 ceniceros. Actualmente hay nichos disponibles en Santa Mariña: 20 con una concesión a 50 años y muchos más para concesiones de 5 años. Santa Mariña lidera asimismo las estadísticas, con 130 entierros en lo que llevamos de año, mientras que en San Francisco hubo 69 y en As Caldas, 21. También en lo que llevamos de año se adjudicaron 22 nichos a 50 años en Santa Mariña y 4 sepulturas con una concesión por 75 años.
Contratar un autobús para acompañar la conducción puede suponer a otros 200 euros y a ello hay que sumar los servicios religiosos, que depende de la parroquia y el número de sacerdotes que oficien, y la esquela en el periódico, cuyo precio está en función de su tamaño.
Según pone de manifiesto Manuel Castro, la crisis también está haciendo mella en este sector, que intenta salvar el temporal como puede y la empresas en los últimos años han tenido que asumir muchos costes para no subir el precio de sus servicios.
A los gastos que supone el servicio de la funeraria hay que sumar los derivados del entierro o la incineración, regulados a través de ordenanzas municipales.
De los tres cementerios que dependen del Ayuntamiento de Ourense -San Francisco, As Caldas y Santa Mariña-, sólo este último dispone de servicio de incineración y su coste actualmente es de 377 euros.
La incineración, un servicio que estaba en auge, experimentó un descenso en los últimos años. Así, en 2011 se realizaron 295, que bajarían hasta 235 en 2012 y en lo que llevamos de 2013 ascienden a 191. Entre las causas de este descenso, por un lado está que muchas empresas particulares disponen de horno e incineran en sus propias instalaciones y otra,la crisis, ya que muchas familias optan por ahorrar el coste de la incineración y aprovechan sepulturas familiares.
Por otra parte, efectuar un entierro en un nicho tiene un coste de 44 euros y la inhumación en una sepultura asciende en estos momentos a 115 euros.
Según los datos facilitados por el Ayuntamiento, el cementerio de San Francisco tiene 1.700 sepulturas, el de As Caldas 220 y el de Santa Mariña, que se amplió en 2010 con 105 sepulturas, es el que capta más actividad y dispone de 900 sepulturas, 3.830 nichos y 55 ceniceros. Actualmente hay nichos disponibles en Santa Mariña: 20 con una concesión a 50 años y muchos más para concesiones de 5 años. Santa Mariña lidera asimismo las estadísticas, con 130 entierros en lo que llevamos de año, mientras que en San Francisco hubo 69 y en As Caldas, 21. También en lo que llevamos de año se adjudicaron 22 nichos a 50 años en Santa Mariña y 4 sepulturas con una concesión por 75 años.
