La provincia recupera, incluso supera, la cifra de afiliados a la Seguridad Social que tenía en el 2019, un año antes de la pandemia, pero un análisis detallado de los datos revela que entre los jóvenes no se produce esa mejoría, al contrario. De media, en el 2019 se contabilizaban 102.675 cotizantes al sistema público en Ourense, mientras que en febrero de este año la cantidad subió hasta los 103.511, es decir, 836 efectivos más.
Sin embargo, la situación no es tan boyante en algunos tramos de edad. El último informe oficial que desagrega por franjas de edad la afiliación, relativo a enero de este año, advierte que entre 20 y 24 años apenas hay diferencias con 2019 (3.413 afiliados entonces y 3.348 ahora), pero sí en los grupos siguientes, cuando comienza el desarrollo y la madurez profesional.
Entre 25 y 29 años se pasa de 7.375 afiliados en 2019 a 6.985 en enero de este año, por lo tanto 390 menos. Sigue la tendencia en el tramo de 30 a 34 años, con 804 afiliados menos, al caer la cifra desde los 10.045 a los 9.241. Y ya entre 35 a 39 años la caída supone 1.430 empleos menos. La sangría continúa entre los 40 y los 44 años, con una pérdida de 1.045 cotizantes entre ambas anualidades.
¿Qué significa esto? Sin duda, que las personas que arrancan su carrera profesional tienen más dificultades para entrar o permanecer en el mercado laboral ourensano o que optan por intentarlo en otros lugares. ¿Dónde está entonces la mejoría de los datos que justifica el incremento global? En las edades más maduras. En el 2019 había 15.012 afiliados entre los 45 y los 49 años y en enero de este año había, 16.336, es decir, se han ganado 1.324 efectivos. En la escalada de los siguientes tramos se advierte un comportamiento similar, pero con altibajos. Por ejemplo, entre los 50 y los 54 años el incremento de cotizantes es de 468 efectivos, bajando a 227 entre los 55 y los 59 años. Otro de los indicadores más llamativos es que al final de la carrera profesional, entre los 60 y los 65, crece el número de afiliados al sistema, con 1.294 más desde el año anterior a la pandemia, al pasar de 8.537 a 9.831.
Y aún hay otro matiz en el mercado laboral ourensano relevante ya que por encima de la edad reglamentaria de jubilación aún constan 2.191 trabajadores inscritos en la Seguridad Social, 646 más de los que se contabilizaban de media en el 2019. De acuerdo con los datos oficiales, la mayor parte de los afiliados se concentra en plena madurez de la carrera profesional, con 16.336 efectivos entre los 45 y los 49 años, lo que representa un 15,8% del total.
Los sectores
Por lo que respecta a la distribución por sectores de actividad, no todos han recuperado la capacidad de sostener el empleo que tenían antes de la pandemia. Sigue cayendo el número de afiliados en el sector primario, que se deja 283 efectivos y sigue siendo el que menos afiliación aporta, 4.620. Construcción y servicios apenas sufren variaciones, pero dentro de este último apartado hay algunas matizaciones: el comercio ha perdido 446 empleos desde el 2019, otros 76 caen en los servicios de alojamiento y la huella más importante se da en la hostelería, que aún no ha equiparado la afiliación anterior a la pandemia ya que tiene 914 afiliados menos .
