La anulación del plan de ordenación hubiera provocado un colapso hace cuatro o cinco años

La crisis del ladrillo solapa el impacto del vacío urbanístico

Obras en un edificio de la calle Progreso. El sector acusa notablemente la crisis económica e inmobiliaria.
La nulidad del planeamiento 'nos afectó bastante', dice el presidente de los constructores ourensanos, Eligio Nieto. Con todo, asegura que la ordenanza urbanística provisional dio un poco de aire, porque 'no es lo mismo poder hacer algo que nada', al tiempo que añade que en algunos de los ámbitos privados incluidos en esta norma provisional ya se han visado proyectos. Sin embargo, reconoce que la crisis que atraviesa el sector ha minimizado en cierto modo el efecto de la anulación del PXOM. 'Hace cuatro o cinco años habría sido un caos', sentencia.
Algo parecido opina el presidente de la delegación ourensana del Colegio de Arquitectos, José Jaime Vázquez, que asegura que 'nos ha afectado mucho más la crisis que la anulación del Plan. Se está construyendo poco, así que no ha influido demasiado la situación del planeamiento'.

Distinto es el planeamiento de la Asociación de Propietarios de Fincas Urbanas, que ya prepara un recurso ante el Concello por el cambio de clasificación del suelo (de urbano a rústico) que supuso la anulación del Plan. Desde la asociación se explica que hay un mínimo de 20 propietarios dispuestos a recurrir, si bien 'todavía no se han cuantificado' la totalidad de los perjuicios económicos que reclaman.



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