ECONOMÍA

La crisis llevó al cierre a un 15% de casas de turismo rural de Ourense

Reportaje turismo rural ribeiro
13-3-15
Pazo de Esposende
photo_camera En la provincia hay en la actualidad más de 80 casas de turismo rural censadas por Turgalicia.

Los empresarios dicen que los peores datos de Galicia se dan en Ourense y urgen nuevas medidas promocionales

El negocio del turismo rural también ha tenido que hacer frente a la crisis, que ha provocado el cierre de un 15% de los establecimientos abiertos en la provincia, según las estimaciones que maneja la Asociación Galega de Turismo Rural (Agatur), que cuantifica en una quincena las casas que se han visto obligadas a cerrar desde el inicio de la recesión. "Solo en O Ribeiro han cerrado cuatro", dice Jorge González, copropietario de la casa de turismo rural Casal de Armán, enclavada precisamente en esa comarca. Manuel Sánchez, presidente de Agatur, reconoce que "muchas casas han sufrido especialmente la crisis, sobre todo en zonas en las que la comunicación es un poco más complicada, como Celanova o la Baixa Limia".

Según los datos de Turgalicia, en estos momentos tienen actividad en Ourense 86 casas de turismo rural y antes de la crisis la cifra podría rondar la centena. De ellas, 30 están asociadas a Agatur, cuyo presidente detecta que "la situación de Ourense es la más delicada de Galicia". Cree que no hay más ceses de actividad "porque algunos propietarios de casas se quedan con ella como vivienda". Independientemente de la crisis que provocó una reducción en el número de estancias, Manuel Sánchez ve otras causas en la crisis que afecta a las casas de turismo rural: "A Ourense le falta mucha promoción turística", incluso hace una comparativa con Pontevedra y A Coruña, "donde se mueven muchísimo, mientras que en Ourense solo se promociona la Ribeira Sacra".

Agatur reúne a 300 casas de turismo rural en toda Galicia, muchas de las cuales parecen estar en mejor situación que las de Ourense. El Instituto Galego de Estatística confirma el estancamiento del sector en la provincia, incluso que desde el 2011 al 2013 cerraron cuatro casas de turismo rural.

Para corregir la deriva, Manuel Sánchez insta a las autoridades de la provincia "a darle una vuelta grande a la promoción, hay que darse a conocer en el resto de Galicia y también de España".

Se sorprende de que en una provincia con tantos recursos termales y cuatro denominaciones de origen no haya más actividades ligadas al termalismo o al enoturismo, incluso aprovechando el camino de la Vía de la Plata para realizar actividades: "Hay un programa en la Costa da Morte sobre el Camino de Santiago que está funcionando muy bien en la zona".

Jorge González: “El verano funciona muy bien, lo peor es el invierno"

Jorge González Vázquez es copropietario de la casa de turismo rural Casal de Armán, en O Ribeiro. Una de las fortalezas de su establecimiento es que se apoya en la bodega que produce vinos de la misma marca y el restaurante. Aún así, hace una lectura bastante pesimista de la situación, incluso reconoce que "desde el 2008 podemos estar facturando un 30% menos y en años como el 2012 llegamos a un 50% menos".
Cree que la situación del sector se debe a la crisis económica y a la reducción del número de turistas estos últimos años más que al modelo de negocio. Urge la organización de eventos para atraer público en los meses más bajos y alude al Outono Gastronómico que le permitieron niveles de ocupación aceptables.
De todos modos, Jorge González señala que "el verano funciona muy bien, lo peor es el invierno", de ahí que pida a las instituciones y a las asociaciones del gremio "que se organicen actividades en invierno para que haya más actividad". El copropietario de Casal de Armán reconoce que "nuestro principal activo es la bodega y a partir de ahí creamos distintas actividades con la casa y el restaurante", elementos que le permiten mejorar la demanda.

Cándido Vázquez: “Si no fuese por las termas hubiésemos cerrado"

"Hay gente que te viene en invierno y a veces crees que es mejor que no viniese". Cándido Vázquez no desdeña ningún tipo de público, pero reconoce que para ocupar una sola habitación hay que tener toda la casa con temperatura de confort, agua caliente y todos los servicios, con lo que ello supone de gastos. Cándido gestiona dos casas, con 15 habitaciones: Pazo de Esposende y Casa dos Ulloa. Reconoce que "está todo muy flojo" y que "si no fuese por las termas de Prexigueiro, ya hubiésemos cerrado". El aprovechamiento termal de la zona está atrayendo público a sus casas, pero también lamenta que la provincia no tenga mayor actividad promocional, quejándose de que haya comarcas como la Ribeira Sacra que tengan un plus de promoción. Reconoce que buena parte de los visitantes que se hospedan en sus casas le preguntan por los cañones del Sil. A pesar de la crisis y la falta de promoción, asegura que en el verano logra una ocupación cercana al 100%, aunque el resto del año el porcentaje es muy escaso. Cándido Vázquez señala que en la actualidad "el turismo rural como negocio no es viable, como mucho luchas por mantener lo que está abierto". n

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