Las personas apuntadas a las listas de contratación para conserjes han pasado de 58 en 2008 a 574 en la actualidad

La crisis multiplica los aspirantes a un empleo temporal en el Concello

Uno de los operarios que trabajan en el cementerio de San Francisco. (Foto: MARTIÑO PINAL)
En una provincia con 30.497 parados, las oportunidades laborales son un bien escaso. Quizá por ello, el número de personas apuntadas a las listas de contratación del Concello de Ourense se ha disparado hasta multiplicarse por 10 desde el inicio de la crisis. Ni siquiera el decreto estatal que prohíbe a las administraciones públicas contratar personal -salvo algunas excepciones- ha logrado desinflar esta tendencia.
La categoría laboral que suma más candidatos es la de conserje. En diciembre de 2008, pocos meses después de aprobarse las bases de contratación, Personal contabilizaba 58 aspirantes a este tipo de empleo, con un sueldo aproximado de 1.200 euros. Este año -los datos son del pasado septiembre-, el número de personas apuntadas es de 574. Una situación que se ha repetido también en el listado de candidatos a operarios de cementerios. De las ocho personas anotadas hace cuatro años se ha pasado ya a 88 en 2012.

Además de la cantidad de aspirantes, en el departamento de Personal del Concello se perciben más cambios, sin duda derivados de las escasas oportunidades laborales de la actualidad. 'Estamos viendo que en categorías en las que se requieren estudios básicos cada vez hay anotados más titulados universitarios, como licenciados en Derecho, en Química o, por ejemplo, un gran número de ingenieros', señalan fuentes de la Concejalía de Personal.


EMPLEOS CUALIFICADOS

No obstante, no sólo se han disparados los aspirantes a lograr un empleo temporal en el Concello en categorías sin cualificación. La lista de trabajadores sociales ha pasado de una docena de personas a finales de 2008 a 127 en la actualidad, manteniendo así la misma proporción en su incremento que las categorías anteriormente señaladas. El bajón de la construcción probablemente esté detrás de que el número de delineantes que aspiraban a un empleo en el Concello en 2008 (dos) alcance cuatro años después los 66 candidatos. Para el caso de los topógrafos, se ha pasado de una persona anotada en la lista a 12.

Sin embargo, estar anotado a una de estas listas tampoco significa tener oportunidades reales de optar a un empleo. Por un lado, por la propia competencia y, por el otro, el Gobierno estatal limita la contratación de personal a las administraciones públicas, salvo en casos en los que esté en peligro la prestación de un servicio público. Esta limitación no impidió que el Concello contratase este año a un total de 28 personas, de las que 22 son conserjes de colegios y centros cívicos -en este número se contabilizan también los que ya causaron baja y sus sustitutos-, así como cuatro operarios de cementerios, ya dados de baja. En estos contratos se incluye también un topógrafo y un oficial de incendios.

Mientras el gobierno municipal defiende estos contratos al considerar que se ajustan a las excepciones del decreto, al garantizar la prestación de servicios, el PP puso en manos de la Subdelegación del Gobierno estos contratos, con el ánimo de que se abra una investigación para determinar si, efectivamente, estas contrataciones se ajustan a las limitaciones impuestas por el Gobierno.

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